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El Evangelismo
a la gente el deber de obedecerla. Creemos en que debemos darlo
todo pero no alcanzamos a ver que también debemos recibir tanto
como dar. No logramos tener esa confianza, esa fe que mantiene
el alma anclada en Cristo. Reclamamos poco cuando podríamos
reclamar mucho, porque las promesas de Dios no tienen límite.
Por la falta de fe, muchos que procuran obedecer los mandamien-
tos de Dios tienen poca paz y gozo; no representan correctamente
el sacrificio que debe realizarse mediante la obediencia a la verdad.
No están anclados en Cristo. Muchos sienten que a su experiencia
le falta algo; desean algo que no poseen; y en esa forma algunos
son inducidos a asistir a las reuniones de los que enseñan la doctrina
de la santidad, y quedan encantados por las opiniones de los que
quebrantan la ley de Dios.
Nuestro deber consiste en predicar la fe, en presentar el amor de
Cristo en conexión con las pretensiones de la ley; porque la una no
puede comprenderse sin la otra. En cada discurso hay que espaciarse
en la presentación del amor de Dios tal como ha sido manifestado
en Cristo, como la única esperanza del pecador, hasta que la gente
comprenda algo de su poder y de su gran valor. Si esto se hace como
debiera hacerse, no se dirá de este pueblo que enseña la ley pero no
cree en el arrepentimiento, la fe y la conversión. Queremos que estos
temas interactúen en la forma como Dios los ha hecho interactuar;
sólo entonces la verdad se presentará en forma completa y no como
una mera teoría, sino como un poder que transformará el carácter.
Entonces será predicada con manifestación del Espíritu y con poder.
Entonces los que han aceptado las doctrinas de la Biblia no quedarán
sin ser alimentados, porque sentirán la influencia vivificadora del
Espíritu Santo.—
Gospel Workers, 227, 228 (1892)
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Teorias panteístas y espiritistas
El peligro de la falsa ciencia y de las teorías engañosas
—En
Nueva Hampshire había quienes estaban empeñados activamente en
diseminar ideas falsas concernientes a Dios. Se me dio luz según
la cual esos hombres estaban anulando el efecto de la verdad por
medio de sus ideas, algunas de las cuales llevaban al amor libre.
Se me mostró que esos hombres estaban seduciendo a las almas al
presentarles ideas especulativas concernientes a Dios...
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