Página 52 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
Se interesaba en la humanidad caída
—En todo ser humano,
cualquiera fuera el nivel al cual hubiese caído, veía a un hijo de
Dios, que podía recobrar el privilegio de su relación divina.—
La
Educación, 75 (1903)
.
Sencillez, discurso directo, repetición
—La enseñanza de Cris-
to era la sencillez personificada. Enseñaba como quien tiene au-
toridad. Los judíos esperaban y pretendían que la primera venida
de Cristo se produjera con todas las manifestaciones de gloria que
habían de acompañar su segunda venida. El gran Maestro procla-
maba la verdad a la humanidad, y muchos de sus oyentes podían no
ser educados en las escuelas de los rabinos ni eu la filosofía grie-
ga. Cristo pronunciaba la verdad de una manera sencilla y directa,
dando fuerza vital a cada una de sus declaraciones y haciéndolas
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impresionantes. Si él hubiera levantado su voz en un tono forzado,
como habitualmente ocurre con muchos predicadores en estos días,
el carácter conmovedor y la melodía de la voz humana se hubieran
perdido, y mucha de la fuerza de la verdad se hubiera destruido...
En sus discursos Cristo no presentaba delante de ellos muchas
cosas a la vez, no fuera que su mente se confundiese. Hizo que
cada punto fuera claro y distinto. No desdeñaba la repetición de las
verdades viejas y familiares que están en las profecías si servían
para sus propósitos de inculcar ideas.—
Manuscrito 25, 1890
.
Cautivaba las mentes más destacadas
—Aunque las grandes
verdades pronunciadas por nuestro Señor eran formuladas en un
lenguaje sencillo, estaban revestidas de una belleza tan singular que
interesaban y cautivaban a los grandes intelectos...
Jesús presentó la parábola del hijo pródigo con el fin de exponer
acertadamente el cuidado tierno, amante y misericordioso ejercido
por su Padre. Aunque sus hijos yerren y se aparten de él, si se
arrepienten y vuelven, él los recibe con el gozo manifestado por un
padre terrenal que recibe a su hijo perdido durante largo tiempo pero
que regresa arrepentido.—
Manuscrito 132, 1902
.
Los niños entendían
—La manera de Cristo de presentar la ver-
dad no puede ser mejorada... Las palabras de vida eran presentadas
con tal sencillez que un niño podía entenderlas. Hombres, mujeres y
niños estaban tan impresionados por su manera de explicar las Escri-
turas que captaban hasta la misma entonación de su voz, colocaban
el mismo énfasis en sus palabras, e imitaban sus gestos. Los jóvenes