Página 56 - El Evangelismo (1994)

Basic HTML Version

52
El Evangelismo
Despéjense nuevas tierras y establézcanse nuevos centros
Preparad obreros para que vayan a los lugares poblados y a las zonas
rurales. Necesitamos plantadores juiciosos que trasplanten árboles
a diferentes localidades y los rodeen de las condiciones necesarias
para que crezcan. El jueblo de Dios tiene el deber ineludible de entrar
en nuevos lugares. Poned en acción las fuerzas para despejar nuevas
tierras y para establecer nuevos centros de influencia dondequiera
que se presente la ocasión de hacerlo.—
Manuscrito 11, 1908
.
Id más allá de los centros que se han endurecido al Evan-
gelio
—Recordemos que como pueblo a quien se ha confiado una
verdad sagrada, hemos sido descuidados y definidamente infieles.
La obra ha quedado restringida a unos pocos centros, de tal modo
que la gente que vive en ellos se ha endurecido al Evangelio. Resulta
difícil causar un impacto en quienes han oído hablar tanto acerca de
la verdad y que sin embargo la han rechazado. Se ha gastado dema-
siado en unos pocos lugares, mientras que muchísimas ciudades han
quedado sin amonestar y sin trabajar.
Ahora todo esto pesa sobre nosotros. Si nos hubiéramos esforza-
do decididamente para alcanzar a las personas que, si se convirtieran,
expondrían correctamente lo que la verdad presente puede hacer en
favor de los seres humanos, cuánto más adelantada estaría nuestra
obra. No es justo que unos pocos lugares gocen de todas las ventajas
en tanto que otros lugares queden desatendidos.—
Carta 132, 1902
.
Planes anticipados para entrar en nuevos lugares
—Día y no-
che me parece oír esta declaración: “Avanzad; añadid nuevo terri-
torio; entrad en nuevos lugares con la carpa y presentad el último
mensaje de amonestación al mundo. No hay tiempo que perder.
Dejad mi monumento en todo lugar donde vayáis. Mi espíritu irá
delante de vosotros y la gloria del Señor será vuestra retaguardia”.
No lejos de aquí hay otros pueblos donde habría que celebrar
reuniones de reavivamiento espiritual el próximo año. Este es el plan
que Dios desea que se siga en la conducción de su obra. Los que
durante años han recibido instrucciones de entrar en nuevos campos
[50]
con la carpa, y que sin embargo han celebrado las reuniones de
reavivamiento espiritual en el mismo lugar durante años, necesitan
convertirse ellos mismos, porque no obedecen la palabra del Señor.—
Carta 174, 1900
.