Página 59 - El Evangelismo (1994)

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Los planes para la campaña pública
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las almas, Dios no quiere que hagamos la guerra por nuestra cuenta.
¿Qué significa esto? Quiere decir que no debemos ir con nuestra
propia fuerza, porque Dios ha prometido que él irá con nosotros.—
Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day
Adventist, 128, 129 (1886)
.
En los primeros días
—Obedeciendo la orden de Dios de “Pro-
seguid adelante”, avanzamos cuando las dificultades que debíamos
vencer parecían imposibilitar la marcha. Sabemos cuánto ha costado
llevar a cabo los planes de Dios en el pasado, tarea que nos ha hecho
como pueblo, lo que hoy somos. Por lo tanto, que todos tengan
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muchísimo cuidado de no confundir las mentes en lo que atañe a las
cosas que Dios ha dispuesto para nuestra prosperidad y éxito en el
adelantamiento de su causa.—
Carta 32, 1892
.
Dejad los resultados con Dios
—La buena simiente sembrada
puede permanecer algún tiempo en un corazón frío, mundano y
egoísta, sin dar evidencia de que haya arraigado; pero con frecuencia
el Espíritu de Dios obra en ese corazón y lo riega con el rocío
del cielo, y la semilla que había permanecido oculta durante largo
tiempo brota y finalmente lleva fruto para gloria de Dios. En la obra
de la vida no sabemos qué ha de prosperar, si esto o aquello. No
nos corresponde, como pobres mortales decidirlo. Debemos hacer
nuestro trabajo y dejar los resultados con Dios.—
Testimonies for
the Church 3:248 (1872)
.
Ayudad a las iglesias que trabajan
—Toda asociación, sea
grande o pequeña, es responsable de efectuar una labor fervoro-
sa y solemne para preparar a la gente para la venida de Cristo. Las
iglesias de la asociación que están deseosas de trabajar, y necesitan
ayuda a fin de saber cómo realizar una obra eficaz, deben tener el
auxilio necesario. Que cada obrero de asociación despierte para
hacer que su campo sea una agencia intensamente activa para la edi-
ficación de la obra de Dios. Que todo miembro de iglesia llegue a ser
un miembro activo, para edificar los intereses espirituales. Con santo
amor, por medio de humilde oración y fervoroso trabajo, cumplan
los ministros su parte.—
Manuscrito 7, 1908
.
Dios maneja el timón
—Peligros temibles se hallan delante de
aquellos que llevan responsabilidades en la causa de Dios: peligros
que el solo pensar en ellos me hace temblar. Pero nos viene este
mensaje: “Mi mano está sobre el timón, y no permitiré que los