Los planes para la campaña pública
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Cuando estéis frente a las multitudes en las ciudades recordad que
Dios es vuestro ayudador y que mediante su bendición podéis pre-
sentar un mensaje de tanta calidad que llegará a los corazones de los
oyentes.—
Manuscrito 53, 1910
.
Hombres y mujeres deben enseñar la verdad
—En nuestras
ciudades se necesitan maestros sabios—hombres y mujeres capaces
de enseñar las verdades de la Palabra. Presenten éstos la verdad en
toda su sagrada dignidad y con sencillez santificada.—
The Review
and Herald, 25 de enero de 1912
.
Pablo, el evangelista viajero
—La vida de Pablo fue una vida
de actividades intensas y variadas. De ciudad en ciudad y de país en
país, él viajaba, contando la historia de la cruz, ganando conversos
para el Evangelio y estableciendo iglesias.—
Obreros Evangélicos,
60 (1915)
.
Obreros fuertes y valerosos
—Hombres y mujeres débiles y
ancianos no deberían enviarse a trabajar en las ciudades atestadas y
malsanas. Ponedlos a trabajar donde sus vidas no sean sacrificadas
inútilmente. Nuestros hermanos que llevan la verdad a las ciudades
no deben ser obligados a poner en peligro su salud en medio del
ruido, la agitación y la confusión, si es posible obtener para ellos
lugares apartados.
Los que están empeñados en la difícil y molesta obra en las
ciudades deberían recibir todo estímulo posible. No los critiquen
los hermanos descomedidamente. Debemos cuidar a los obreros
del Señor que presentan la luz de la verdad a los que moran en las
tinieblas del error.—
Carta 168, 1909
.
Ventajas de trabajar en parejas
Jesús envié a un hermano con otro
—Llamando a los doce en
derredor de si. Jesús les ordenó que fueran de dos en dos por los
pueblos y aldeas. Ninguno fue enviado solo, sino que el hermano
iba asociado con el hermano, el amigo con el amigo. Así podían
ayudarse y animarse mutuamente, consultando y orando juntos,
supliendo cada uno la debilidad del otro. De la misma manera envió
más tarde a setenta. Era el propósito del Salvador que los mensajeros
del Evangelio fuesen asociados de esta manera. En nuestro propio
tiempo, la obra de evangelización tendría mucho más éxito si se