Página 89 - El Evangelismo (1994)

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La organización de las reuniones evangélicas
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la unidad de sus seguidores será contestada, y el mundo sabrá que
éstos son sus discípulos...
Los obreros que trabajan en las grandes ciudades deben desem-
peñar sus diversos papeles haciendo todo esfuerzo para producir
los mejores resultados. Ha de hablarse con fe y obrarse de tal ma-
nera que se impresione a la gente. No han de reducir la obra a sus
propias ideas particulares. En lo pasado, nosotros como pueblo,
hemos hecho demasiado de esto, y ha sido una rémora para el éxi-
to de la obra. Recordemos que el Señor tiene diferentes métodos
para obrar, y que tiene obreros distintos a los cuales confía dones
diversos.—
Testimonies for the Church 9:144-146 (1909)
.
Los esfuerzos de Satanás por dividir a los obreros
—Al co-
menzar una obra activa por las multitudes en las ciudades, el enemigo
trabajará poderosamente para producir confusión, esperando que-
brantar así las fuerzas operantes. Los que no están plenamente con-
vertidos, se hallan en constante peligro de confundir las sugestiones
del enemigo tomándolas por directivas del Espíritu de Dios. Siendo
que el Señor nos ha dado luz, andemos en la luz.—
Manuscrito 13,
1910
.
Hay que cuidarse de los planes de Satanás
—No todos los que
participan en la obra tendrán el mismo temperamento. No serán
hombres de la misma educación ni preparación, y debido a esta
diferencia de carácter es inevitable que involuntariamente entren en
pugna, a menos que diariamente sean hombres convertidos.
Cada día Satanás tiene sus planes para llevar a cabo: ciertas
cosas destinadas a obstaculizar el camino de los testigos de Cristo.
A menos que los instrumentos humanos de Jesús sean humildes
y mansos de corazón por haber aprendido de Jesús, con seguridad
cederán a la tentación, porque Satanás es vigilante, artero y sutil, y
los obreros serán tomados desprevenidos si no tienen constantemente
una actitud de oración. Satanás se aproxima cautelosamente a ellos,
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como un ladrón en la noche, y los lleva cautivos. Luego obra en la
mente de las personas para pervertir sus ideas individuales y montar
sus propios planes; y si los hermanos ven el peligro y hablan de él,
ellos piensan que se les ha causado un daño personal y que alguien
procura debilitar su influencia. Uno tira hacia un lado y el otro en
una dirección opuesta.