Página 90 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
La obra ha sido entorpecida, se han efectuado movimientos
falsos, y con esto se ha complacido a Satanás. Si el yo no hubiese
sido complacido con tanto cuidado y con tanta ternura, por temor
a que no mantuviese su dignidad natural, el Señor habría podido
utilizar estos caracteres constituidos en forma diferente para realizar
una obra excelente y mucho mayor, porque en la diversidad de sus
talentos, es la unidad en Cristo lo que posibilita su utilidad. Si, como
los diversos sarmientos de la vid, estuviesen unidos a la cepa, todos
llevarían abundantes racimos como fruto precioso. Habría armonía
perfecta en su diversidad, porque son participantes del alimento y la
sustancia de la vid.
Al Señor le desagrada la falta de armonía que ha existido entre
los obreros. No puede impartirles su Espíritu Santo, porque ellos
insisten en seguir su propio camino, a pesar de que el Señor les
presenta el suyo. Satanás y su confederación del mal infundirán un
gran desánimo, pero “todos vosotros sois hermanos” (
Mateo 23:8
),
y ofendéis a Dios cuando permitís que vuestros rasgos de carácter
individuales y no santificados se conviertan en medios activos para
desanimaros mutuamente.—
Carta 31, 1892
.
Avanzad juntos, avanzad juntos
—El amor del yo, el orgullo
y la suficiencia propia, yacen a la base de las mayores pruebas y
discordias que alguna vez hayan existido en el mundo religioso. Vez
tras vez el ángel me ha dicho: “Avanzad juntos, avanzad juntos, sed
de un mismo parecer, de un mismo criterio”. Cristo es el director, y
vosotros sois hermanos.—
Carta 4, 1890
.
La lucha por la supremacía
—Vinculados en la confianza, con
los lazos del amor sagrado, un hermano puede recibir de otro her-
mano toda la ayuda mutua que sea posible obtener...
La lucha por la supremacía manifiesta un espíritu tal que si se lo
alberga cerrará el reino de Dios a aquellos que lo acarician. La paz
de Cristo no puede morar en la mente y el corazón del obrero que
critica y encuentra faltas en otro obrero simplemente porque el otro
no práctica los métodos que él cree mejores, o porque siente que no
es apreciado. El Señor nunca bendice al que critica y acusa a sus
hermanos, porque ésta es la obra de Satanás.—
Manuscrito 21, 1894
.
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El valorar los dones de los demás
—Mis hermanos, tratad de
llevar el yugo de Cristo. Dejad vuestras muletas espirituales y prac-
ticad la gracia de la humildad. Apartad toda sospecha de mal y