Página 12 - Fe y Obras (1984)

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Fe y Obras
comprenderá claramente la importancia que este tema tiene para
cada cristiano. También observará la posición coherente de quien
fue especialmente guiada por el Señor para anunciar las verdades
expuestas en los artículos que se publican a continuación.
El plan para la salvación de la humanidad perdida se basa en la
aceptación por parte del hombre, solamente por fe, de la muerte sus-
titutiva de Cristo. Esta lección fue enseñada junto al portal del Edén,
cuando Adán y sus descendientes mataron el cordero del sacrificio.
Fue enseñada en el desierto, cuando Moisés levantó la serpiente de
bronce y la gente con el veneno de las ponzoñosas serpientes en sus
venas fue sanada al mirar con fe el símbolo salvador. Fue enseñada
mediante el sistema de sacrificios dado a Israel. Fue enseñada por
profetas y apóstoles. Una y otra vez se nos enseña que la salvación
es por gracia mediante la fe, y al mismo tiempo se nos lleva a com-
prender que:
La verdadera fe, mientras confía plenamente en Cristo
para la salvación, conducirá a una perfecta conformidad
con la ley de Dios. La fe se manifiesta por las obras
(Review and Herald,
5 de octubre de 1886).
Este mensaje equilibrado se observará en los materiales que
contiene este librito, seleccionados en cierto modo al azar.
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A lo largo de las edades, y comenzando con Caín, el gran adver-
sario se ha opuesto a la benévola provisión de Dios induciendo a
los habitantes de la tierra a aceptar la proposición de que el hombre,
que se convirtió en pecador por la violación de la ley de Dios, debe
hacer méritos y ganar la salvación por sus propios actos, ya sea
mortificando su cuerpo, sacrificando sus hijos a algún dios creado
con sus propias manos, peregrinando a lugares tenidos por sagrados,
cumpliendo penitencias, depositando dinero en las arcas de la igle-
sia, o simplemente por sí mismo mediante sus denodados esfuerzos
en procura de vivir una vida buena y virtuosa.
La sencilla experiencia de aceptar la salvación por fe a muchos
les parece demasiado fácil, e incontables personas que pretenden
ser seguidoras de Cristo virtualmente toman la posición de que la