Página 13 - Fe y Obras (1984)

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Prefacio
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salvación es en parte por fe en la muerte de Cristo en el Calvario y
en parte por el esfuerzo humano.
Cuando los primeros adventistas del séptimo día entendieron
las demandas de la inmutable ley de Dios, surgieron amenazadoras
tendencias legalistas, y por un tiempo produjeron indeseables frutos
en la experiencia de muchos. Pero el conocimiento de la ley de Dios
lleva a abandonar el pecado y a vivir una vida pía y santificada. Este
es el contexto de estas lecturas sobre fe y obras -lecturas sobre la
Ley y el Evangelio.
Casi a la mitad de las dos décadas representadas en este librito,
se celebró en Minneapolis, Minnesota, el Congreso de 1888 de la
Asociación General, precedido por una asamblea ministerial. En
estas reuniones se pusieron de relieve las verdades básicas de la
justificación por la fe. Elena de White las describió como un reaviva-
miento de verdades que en gran medida se habían perdido de vista.
En el congreso ella no disertó sobre el tema. La carga de sus discur-
sos fue que los asistentes debían mantener sus corazones abiertos
[10]
para recibir luz de la Palabra de Dios como era presentada por los
pastores E. J. Waggoner y A. T. Jones. La acogida que tuvo este
nuevo énfasis fue variada. Algunos de los oyentes lo aceptaron go-
zosa y plenamente, y otros tomaron una posición neutral. Algunos lo
rechazaron. Los registros muestran claramente que muchos salieron
de ese congreso llevando consigo una experiencia nueva y gloriosa
en Cristo Jesús.
Mediante sermones predicados en las iglesias después de ese
congreso, incluyendo muchos de Elena de White, y por medio de
artículos de su pluma, los adventistas en general fueron guiados a
una más clara comprensión y aceptación de la justificación por la
fe. Muchos que al principio rechazaron el concepto presentado en
Minneapolis, fueron llevados a aceptarlo.
Las verdades básicas que entraña la doctrina de la justificación
por la fe son tan sencillas que no se necesita un libro exhaustivo de
E. G. de White para exponerlas. El tema tiñe muchos de sus libros,
con ilustraciones escogidas que afloran acá y allá. Ella publicó en
1893 un folleto titulado
Justificados por fe
. Aparece en la sección de
cincuenta páginas de
Mensajes selectos,
tomo 1, que lleva por título
“Cristo, nuestra justicia”. Recomendamos la lectura de la sección
entera.