Página 43 - Fe y Obras (1984)

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Elena G. de White traza claramente las líneas
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Cristo murió por ellos, para que pudieran tener vida. Abrió de-
lante de ellos el camino por el cual podrían, mediante los méritos de
Jesús, guardar la ley de Dios. Dice Cristo: “Yo conozco tus obras; he
aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede
cerrar”.
Apocalipsis 3:8
. Cuán arduamente tratan los hombres de
cerrar esa puerta; pero no pueden. El testimonio de Juan es: “Y el
templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía
en el templo”.
Apocalipsis 11:19
. Debajo del propiciatorio, dentro
del arca, estaban las dos tablas de piedra que contenían la Ley de
Jehová. Los fieles de Dios veían la luz que emanaba de la ley, para
ser dada al mundo. Y ahora la intensa actividad de Satanás tiene
el propósito de cerrar esa puerta de luz; pero Jesús dice que nadie
puede cerrarla. Los hombres se apartarán de la luz, la atacarán y
despreciarán, pero aún resplandece con rayos claros y nítidos para
animar y bendecir a todos los que la contemplan.
Los hijos de Dios tendrán una fiera lucha con el adversario de
las almas, y se volverá extremadamente encarnizada a medida que
nos acercamos a la culminación del conflicto. Pero el Señor ayudará
a los que se levanten en defensa de su verdad.
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