Página 167 - Los Hechos de los Ap

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Capítulo 23—Berea y Atenas
Este capítulo está basado en Hechos 17:11-34.
En berea Pablo encontró judíos que estaban dispuestos a investi-
gar las verdades que enseñaba. El informe de Lucas declara de ellos:
“Y fueron éstos más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues
recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las
Escrituras, si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos;
y mujeres Griegas de distinción, y no pocos hombres.”
La mente de los bereanos no estaba estrechada por el prejuicio.
Estaban dispuestos a investigar la verdad de la doctrina presentada
por los apóstoles. Estudiaban la Biblia, no por curiosidad, sino para
aprender lo que se había escrito concerniente al Mesías prometido.
Investigaban diariamente los relatos inspirados; y al comparar es-
critura con escritura, los ángeles celestiales estaban junto a ellos,
iluminando sus mentes e impresionando sus corazones.
Doquiera se proclaman las verdades del Evangelio, aquellos
que desean sinceramente hacer lo recto son inducidos a escudriñar
diligentemente las Escrituras. Si en las escenas finales de la historia
terrenal, aquellos a quienes se proclaman las verdades probatorias
siguieran el ejemplo de los bereanos, escudriñando diariamente las
Escrituras, comparando con la Palabra de Dios los mensajes que se
les dan, habría un gran número de leales a los preceptos de la ley
de Dios donde ahora hay comparativamente pocos. Pero cuando las
verdades impopulares de la Biblia se presentan, muchos se niegan a
hacer esta investigación. Aunque no pueden contradecir las claras
enseñanzas de las Escrituras, manifiestan, sin embargo, extrema
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indisposición a estudiar las evidencias ofrecidas. Algunos arguyen
que aunque estas doctrinas sean en verdad ciertas, importa poco que
ellos acepten o no la nueva luz; y se aferran a fábulas agradables por
las cuales el enemigo suele extraviar las almas. Así sus mentes son
cegadas por el error y ellos se separan del cielo.
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