Página 201 - Los Hechos de los Ap

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Capítulo 27—Efeso
Este capítulo está basado en Hechos 19:1-20.
Mientras Apolos predicaba en Corinto, Pablo cumplió su pro-
mesa de volver a Efeso. Había hecho una breve visita a Jerusalén,
y había pasado algún tiempo en Antioquía, el escenario de sus pri-
meras labores. Desde allí viajó a través de Asia Menor, “andando
por orden la provincia de Galacia, y la Phrygia” (
Hechos 18:23
),
visitando las iglesias que él mismo había establecido, y fortaleciendo
la fe de los creyentes.
En el tiempo de los apóstoles, la porción occidental del Asia
Menor se conocía como la provincia romana de Asia. Efeso, la
capital, era un gran centro comercial. Su puerto estaba atestado de
barcos, y en sus calles se agolpaban gentes de todos los países. Como
Corinto, ofrecía un campo promisorio para el esfuerzo misionero.
Los judíos, esparcidos ampliamente ahora en todos los países
civilizados, esperaban en general el advenimiento del Mesías. Cuan-
do Juan el Bautista predicaba, muchos, en sus visitas a Jerusalén en
ocasión de las fiestas anuales, habían ido a las orillas del Jordán para
escucharle. Allí habían oído a Jesús proclamado como el Prometido,
y habían llevado las nuevas a todas partes del mundo. Así había
preparado la Providencia el terreno para las labores de los apóstoles.
Al llegar a Efeso, Pablo encontró doce hermanos, que, como
Apolos, habían sido discípulos de Juan el Bautista, y como él habían
adquirido cierto conocimiento de la misión de Cristo. No tenían la
capacidad de Apolos, pero con la misma sinceridad y fe estaban
tratando de extender el conocimiento que habían recibido.
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Estos hermanos no sabían nada de la misión del Espíritu Santo.
Cuando Pablo les preguntó si habían recibido el Espíritu, contesta-
ron: “Ni aun hemos oído si hay Espíritu Santo.” “¿En qué pues sois
bautizados?” preguntó Pablo, y ellos dijeron: “En el bautismo de
Juan.”
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