Página 66 - Los Hechos de los Ap

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Capítulo 9—Los siete diáconos
Este capítulo está basado en Hechos 6:1-7.
“En aquellos días, habiéndose multiplicado el número de los
discípulos, hubo murmuración de los helenistas contra los hebreos,
de que sus viudas eran descuidadas en la administración diaria.”
Hechos 6:1 (VM)
.
En la iglesia primitiva había gente de diversas clases sociales y
distintas nacionalidades. Cuando vino el Espíritu Santo en Pente-
costés, “moraban entonces en Jerusalem Judíos, varones religiosos,
de todas las naciones debajo del cielo.”
Hechos 2:5
. Entre los de
la fe hebrea reunidos en Jerusalén había también algunos que eran
conocidos generalmente como helenistas, cuya desconfianza y aun
enemistad con los judíos de Palestina databan de largo tiempo.
Los que se habían convertido por la labor de los apóstoles es-
taban afectuosamente unidos por el amor cristiano. A pesar de sus
anteriores prejuicios, hallábanse en recíproca concordia. Sabía Sata-
nás que mientras durase aquella unión no podría impedir el progreso
de la verdad evangélica, y procuró prevalerse de los antiguos modos
de pensar, con la esperanza de introducir así en la iglesia elementos
de discordia.
Sucedió que habiendo crecido el número de discípulos, logró
Satanás despertar las sospechas de algunos que anteriormente habían
tenido la costumbre de mirar con envidia a sus correligionarios y
de señalar faltas en sus jefes espirituales. Así “hubo murmuración
de los helenistas contra los hebreos.” El motivo de la queja fué
un supuesto descuido de las viudas griegas en el reparto diario
de socorros. Toda desigualdad habría sido contraria al espíritu del
Evangelio; pero Satanás había logrado provocar recelos. Por lo
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tanto, era indispensable tomar medidas inmediatas que quitasen todo
motivo de descontento, so pena de que el enemigo triunfara en sus
esfuerzos y determinase una división entre los fieles.
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