Página 102 - El Hogar Cristiano (2007)

Basic HTML Version

98
El Hogar Cristiano
hacerlo perjudica su propio cuerpo, que Dios le ha ordenado poseer
en santificación y honra y conservar como sacrificio vivo para Dios?
No es un amor puro y santo lo que induce a la esposa a satisfacer
las propensiones animales de su esposo, a costa de su salud y de su
vida. Si ella posee verdadero amor y sabiduría, procurará distraer
su mente de la satisfacción de las pasiones concupiscentes hacia
temas elevados y espirituales, espaciándose en asuntos espirituales
interesantes. Tal vez sea necesario instarlo con humildad y afecto
aun a riesgo de desagradarle, y hacerle comprender que no puede
ella degradar su cuerpo cediendo a los excesos sexuales. Ella debe,
con ternura y bondad, recordarle que Dios tiene los primeros y más
altos derechos sobre todo su ser y que no puede despreciar esos
derechos, porque tendrá que dar cuenta de ellos en el gran día de
Dios....
Si ella elevara sus afectos, y en santificación y honra conservara
su dignidad femenina refinada, podría la mujer hacer mucho para
santificar a su esposo por medio de su influencia juiciosa y así
cumplir su alta misión. Con ello puede salvarse a sí misma y a su
esposo, y cumplir así una doble obra. En este asunto tan delicado
y difícil de tratar, se necesita mucha sabiduría y paciencia, como
también valor moral y fortaleza. Puede hallarse fuerza y gracia en la
oración. El amor sincero ha de ser el principio que rija el corazón.
El amor hacia Dios y hacia el esposo deben ser los únicos motivos
que rijan la conducta....
Cuando la esposa entrega su cuerpo y su mente al dominio de
su esposo, y se somete pasiva y totalmente a su voluntad en todo,
sacrificando su conciencia, su dignidad y aun su identidad, pierde la
oportunidad de ejercer la poderosa y benéfica influencia que debiera
poseer para elevar a su esposo. Podría suavizar su carácter severo, y
podría ejercer su influencia santificadora de tal modo que lo refinase
y purificase, induciéndole a luchar fervorosamente para gobernar
[112]
sus pasiones, a ser más espiritual, a fin de que puedan participar
juntos de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción
que impera en el mundo por la concupiscencia.
El poder de la influencia puede ser grande para inspirar a la
mente temas elevados y nobles, por encima de las complacencias
bajas y sensuales que procura por naturaleza el corazón que no
ha sido regenerado por la gracia. Si la esposa considera que, a fin