Página 149 - El Hogar Cristiano (2007)

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Capítulo 28—La primera escuela del niño
El plan divino original para la educación
—El sistema de edu-
cación establecido en el Edén tenía por centro la familia. Adán era
“hijo de Dios,” y de su Padre recibieron instrucción los hijos del
Altísimo. Su escuela era, en el más exacto sentido de la palabra, una
escuela de familia.
En el plan divino de la educación, adaptado a la condición del
hombre después de la caída, Cristo figura como representante del
Padre, como eslabón de unión entre Dios y el hombre; él es el gran
maestro de la humanidad, y dispuso que los hombres y mujeres
fuesen representantes suyos. La familia era la escuela, y los padres
eran los maestros.
La educación que tenía por centro la familia fué la que prevaleció
en los días de los patriarcas. Dios proveyó, para las escuelas así
establecidas, las condiciones más favorables para el desarrollo del
carácter. Las personas que estaban bajo su dirección, seguían el plan
de vida que Dios había indicado al principio. Los que se separaron
de Dios, se edificaron ciudades, y, congregados en ellas, se gloriaban
del esplendor, el lujo y el vicio que hacen de las ciudades de hoy el
orgullo del mundo y su maldición. Pero los hombres que se aferraban
a los principios de vida de Dios, moraban en los campos y cerros.
Cultivaban la tierra, cuidaban rebaños y vacadas, y en su vida libre
e independiente, llena de oportunidades para trabajar, estudiar y
meditar, aprendían de Dios y enseñaban a sus hijos sus obras y
caminos. Tal era el método educativo que Dios deseaba establecer
en Israel
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En la vida común, la familia era escuela e iglesia, y los padres
eran los maestros, tanto en las cosas seculares como en las religio-
sas
El círculo de la familia es una escuela
—En su sabiduría el
Señor ha decretado que la familia sea el mayor agente educativo. En
el hogar es donde ha de empezar la educación del niño. Allí está su
primera escuela, allí, con sus padres como maestros, debe aprender
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