Página 166 - El Hogar Cristiano (2007)

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El Hogar Cristiano
No se debe permitir que los jóvenes aprendan lo bueno y lo malo
sin discriminación, creyendo que en algún momento futuro lo bueno
predominará y lo malo perderá su influencia. Lo malo crecerá más
ligero que lo bueno. Es posible que después de muchos años sea
desarraigado lo malo que hayan aprendido; pero ¿quién querrá correr
riesgos al respecto? El tiempo es corto. Es más fácil y mucho más
seguro sembrar semilla limpia y buena en el corazón de vuestros
hijos que arrancar las malas hierbas más tarde. Resulta difícil borrar
las impresiones hechas en las mentes juveniles. ¡Cuán importante es,
pues, que esas impresiones sean correctas, a fin de que las facultades
elásticas de la juventud se inclinen en la debida dirección
La siembra y la eliminación de malezas
—Durante los prime-
ros años de la vida del niño, el suelo del corazón debe prepararse
cuidadosamente para las lluvias de la gracia de Dios. Luego se han
de sembrar con cuidado las semillas de la verdad y debe atendérselas
con diligencia. Dios, quien recompensa todo esfuerzo hecho en su
nombre, pondrá vida en la semilla sembrada; y aparecerá primero la
hoja, luego la espiga y en ésta, al fin, el grano maduro.
Con demasiada frecuencia, debido a la perversa negligencia de
los padres, Satanás siembra sus semillas en el corazón de los niños,
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y se produce una mies de vergüenza y pesar. El mundo carece hoy
de verdadera bondad porque los padres no reunieron a sus hijos
consigo en el hogar. No les evitaron la compañía de los descuidados
y temerarios. Por lo tanto los hijos fueron al mundo y sembraron
semillas de muerte
La gran obra de instrucción, de desarraigar las malas hierbas
inútiles y venenosas, es importantísima. Porque si se las deja estar,
esas malas hierbas crecerán hasta ahogar las plantas preciosas de los
principios morales y de la verdad
Si un campo es dejado sin cultivo, aparecerá con seguridad
una cosecha de hierbas nocivas que será muy difícil exterminar.
Por lo tanto, es necesario trabajar el suelo y subyugar las malas
hierbas antes que las plantas preciosas puedan crecer. Antes que
puedan hacerlo, debe sembrarse con cuidado la semilla. Si las madres
descuidan la siembra de buena semilla y luego esperan cosechar
grano precioso, se chasquearán; porque segarán espinas y cardos. El
diablo vela siempre, preparado para sembrar semillas que brotarán y
darán una mies abundante que concuerde con su carácter satánico