Página 17 - El Hogar Cristiano (2007)

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La atmósfera del hogar
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benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no
fingida. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que
hacen paz.” Mansedumbre y paz es lo que anhelamos para nuestros
hogares
Tiernos lazos que nos unen
—El vínculo de la familia es el más
estrecho, el más tierno y sagrado de la tierra. Estaba destinado a
ser una bendición para la humanidad. Y lo es siempre que el pacto
matrimonial sea sellado con inteligencia, en el temor de Dios, y con
la debida consideración de sus responsabilidades
Todo hogar debiera ser un lugar donde reine el amor, donde mo-
ren los ángeles de Dios, y donde ejerzan una influencia suavizadora
y subyugadora sobre los corazones de los padres y de los hijos
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Debemos hacer de nuestros hogares un Betel, y de nuestros co-
razones un sagrario. Dondequiera que el amor de Dios sea aprcciado
en el alma, habrá paz, luz y gozo. Presentad la Palabra de Dios a
vuestras familias con amor, y preguntad: “¿Qué ha dicho Dios?”
La presencia de Cristo hace cristiano el hogar
—El hogar her-
moseado por el amor, la simpatía y la ternura es un lugar que los
ángeles visitan con agrado, y donde se glorifica a Dios. La influencia
de un hogar cristiano cuidadosamente custodiado en los años de
la infancia y la juventud, es la salvaguardia más segura contra las
corrupciones del mundo. En la atmósfera de un hogar tal, los niños
aprenderán a amar a sus padres terrenales y a su Padre celestial
Los jóvenes necesitan, desde su infancia, que se levante una
firme barrera entre ellos y el mundo, a fin de que no los afecten sus
influencias corruptoras
Toda familia cristiana debe ilustrar ante el mundo el poder y la
excelencia de la influencia cristiana. ... Los padres deben comprender
su responsabilidad en lo que concierne a mantener sus hogares libres
de toda mancha del mal moral
La santidad para con Dios debe compenetrar el hogar. ... Los
padres y los hijos deben educarse para cooperar con Dios. Deben
poner sus hábitos y sus prácticas en armonía con los planes de Dios.
Las relaciones familiares deben ejercer una influencia santifica-
dora. Los hogares cristianos, establecidos y dirigidos de acuerdo con
el plan de Dios, contribuyen en forma admirable a la formación de
un carácter cristiano. ... Los padres y los hijos deben ofrecer juntos