Página 182 - El Hogar Cristiano (2007)

Basic HTML Version

178
El Hogar Cristiano
ella debe sentir en todo momento que en su obra tiene la cooperación
del padre. Si los negocios a los cuales se consagra él le impiden casi
totalmente ser útil a su familia, debe procurar otro empleo que no
le prive de dedicar algún tiempo a sus hijos. Si los descuida, resulta
infiel al cometido que Dios le confió.
El padre puede ejercer sobre sus hijos una influencia más pode-
rosa que las atracciones del mundo. Debe estudiar las inclinaciones
y el carácter que manifiestan los miembros de su pequeño círculo, a
fin de comprender sus necesidades y peligros y estar así preparado
para reprimir lo malo y alentar lo bueno
Cualquiera que sea el carácter de su ocupación, no es de tanta
importancia como para excusarle por descuidar la obra de educar y
preparar a sus hijos para que anden en el camino del Señor
Conozca sus variadas disposiciones
—El padre no debe dejar-
se absorber tanto por sus negocios o el estudio de los libros, que no
pueda tomar tiempo para estudiar la naturaleza de sus hijos y sus ne-
cesidades. Debe ayudar a idear maneras para mantenerlos atareados
en trabajos útiles que concuerden con sus diversas disposiciones
Padres, dedicad tanto tiempo como sea posible a estar con vues-
tros hijos. Procurad familiarizaros con sus diversas disposiciones,
[199]
a fin de saber educarlos en armonía con la Palabra de Dios. Nunca
debe cruzar vuestros labios una palabra de desaliento. No introduz-
cáis tinieblas en el hogar. Sed amables, bondadosos y afectuosos con
vuestros hijos, pero no seáis insensatamente indulgentes. Dejadles
llevar sus pequeñas desilusiones, como cada uno debe llevarlas. No
los estimuléis a acudir a vosotros con sus quejas mezquinas de unos
contra otros. Enseñadles a soportarse unos a otros y a esforzarse por
conservar la confianza y el respeto mutuos
Participe en sus trabajos y juegos
—Padres,... combinad el ca-
riño con la autoridad, la bondad y la simpatía con la firme represión.
Dedicad a vuestros hijos algunas de vuestras horas de ocio; intimad
con ellos; asociaos con ellos en sus trabajos y juegos, y ganad su
confianza. Cultivad su amistad, especialmente la de vuestros hijos
varones. De este modo ejerceréis sobre ellos una poderosa influencia
para el bien
Enséñeles lecciones de la naturaleza
—Procure el padre alige-
rar la tarea de la madre.... Hábleles de las hermosas flores y los
frondosos árboles, en cuyas hojas pueden notar la obra de Dios y su