Página 183 - El Hogar Cristiano (2007)

Basic HTML Version

Sea compañero de sus hijos
179
amor. Debe enseñarles que el Dios que hizo todas estas cosas ama
lo bello y lo bueno. Cristo aconsejó a sus discípulos que reparasen
en las flores del campo y en las aves del aire, les indicó cómo Dios
cuida de ellas y presentó este hecho como prueba de que cuidará del
hombre, que es más importante que las aves o las flores. Explique
a los niños que por mucho tiempo que se desperdicie en atavíos,
nuestro aspecto no podrá compararse en gracia y belleza con el de
las flores más sencillas del campo. Esto desviará su atención de
lo artificial a lo natural. Aprenderán que Dios les dió todas estas
bellezas para que las disfruten y quiere que ellos le concedan los
afectos mejores y más santos de su corazón
Puede llevarlos al jardín y mostrarles los capullos que se abren y
los variados matices de las flores. Por tales medios puede inculcarles
las lecciones más importantes acerca del Creador, al abrir delante
[200]
de ellos el gran libro de la naturaleza, donde el amor de Dios se
expresa en cada árbol y en cada flor y brizna de hierba. Puede
convencer su espíritu de que si Dios se interesa tanto por los árboles
y las flores, mayor cuidado tendrá aún por los seres formados a su
imagen. Puede inducirles temprano a comprender que Dios desea
que sus hijos sean hermosos, no por adornos artificiales, sino por la
belleza de su carácter, los encantos de la bondad y del afecto, que
harán palpitar sus corazones de gozo y felicidad
[201]
The Signs of the Times, 6 de diciembre de 1877
.
Ibid.
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 98
.
Manuscrito 79, 1901
.
The Review and Herald, 30 de agosto de 1881
.
The Signs of the Times, 10 de septiembre de 1894
.
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 98
.
Manuscrito 60, 1903
.
El Ministerio de Curación, 304
.
Christian Temperance and Bible Hygiene, 70
.
The Signs of the Times, 6 de diciembre de 1877
.