Página 201 - El Hogar Cristiano (2007)

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Falsos conceptos acerca de la obra materna
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Dios; pero esto es un error. Cada uno tiene una obra que hacer para
el Maestro; y es una obra admirable la que consiste en hacer que
el hogar resulte agradable y todo lo que debe ser. Los talentos más
humildes, si el que los recibió entrega su corazón a Dios, harán de la
vida en el hogar todo lo que Dios quiere que sea. Una luz brillante
resplandecerá como resultado del servicio rendido de todo corazón
a Dios. Hombres y mujeres pueden servir a Dios tan seguramente
como el ministro en el púlpito, si prestan fervorosa atención a lo que
han oído y educan a sus hijos de manera que vivan temiendo ofender
a Dios
Las mujeres que, haciendo con buena voluntad lo que sus manos
hallen por hacer, ayudan con espíritu alegre a sus esposos a llevar sus
cargas y educan a sus hijos para Dios, son misioneras en el sentido
más elevado
No reemplazan el cuidado de la familia
—Si Vd. pasa por alto
su deber como esposa y madre, y extiende las manos para que el
Señor le confíe otra clase de trabajo, tenga por seguro que él no se
contradirá; le señala el deber que Vd. debe hacer en casa. Si Vd.
piensa que le ha sido confiada alguna obra mayor y más santa, está
equivocada. Siendo fiel en su hogar y trabajando por las almas de
aquellos que están más cerca de Vd., puede obtener idoneidad para
trabajar por Cristo en un campo más amplio. Pero tenga la seguridad
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de que quienes descuidan su deber en el círculo familiar no están
preparados para trabajar en favor de otras almas
El Señor no la ha llamado a descuidar su hogar, su esposo y
sus hijos. Nunca obra él así, ni lo hará jamás.... No piense por un
momento que Dios le haya dado una obra que le exija que se separe
de su pequeño pero precioso rebaño. No lo abandone exponiéndolo
a que lo desmoralicen las compañías impropias y sus corazones se
endurezcan contra su madre. Esto sería dejar brillar su luz en forma
por completo errónea y hacer difícil que sus hijos lleguen a ser lo
que él quiere que sean y al fin ganen el cielo. Dios se interesa por
ellos, y Vd. también debe interesarse en ellos si es hija de él
Durante los primeros años de la vida [de los niños] es cuando se
ha de trabajar por ellos, velar, orar y alentar toda buena inclinación.
Esta obra debe realizarse sin interrupción. Tal vez se le inste a Vd. a
asistir a reuniones de madres y de costura, para hacer obra misionera;
pero a menos que deje al lado de sus hijos una persona fiel que los