Página 211 - El Hogar Cristiano (2007)

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Capítulo 43—Influencias prenatales
Las mujeres deben prepararse para ser madres
—Las mu-
jeres necesitan tener mucha paciencia antes de poder llegar a ser
madres. Dios ha dispuesto que sean idóneas para esto. Por la rela-
ción que la madre sostenga con Cristo, su obra llega a ser infinita
y sobrepuja el entendimiento. El cargo de la mujer es sagrado. Se
necesita la presencia de Jesús en el hogar; porque los servicios de
amor que presta la madre pueden hacer del hogar un Betel. Ambos
esposos deben cooperar.
¡Qué mundo no tendríamos si todas las madres se consagrasen
sobre el altar de Dios, y dedicasen a Dios sus hijos, tanto antes como
después de su nacimiento
Importancia de las influencias prenatales
—Muchos padres
creen que el efecto de las influencias prenatales es cosa de poca
monta; pero el Cielo no las considera así. El mensaje enviado por
un ángel de Dios y reiterado en forma solemnísima merece que le
prestemos la mayor atención.
Al hablar a la madre hebrea [la esposa de Manoa], Dios se dirige
a todas las madres de todos los tiempos. “Ha de guardar—dijo el
ángel—todo lo que le mandé.” El bienestar del niño dependerá de
los hábitos de la madre. Ella tiene, pues, que someter sus apetitos
y sus pasiones al dominio de los buenos principios. Hay algo que
ella debe rehuir, algo contra lo cual debe luchar si quiere cumplir el
propósito que Dios tiene para con ella al darle un hijo
El mundo está lleno de trampas para los jóvenes. Muchísimos
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son atraídos por una vida de placeres egoístas y sensuales. No pueden
discernir los peligros ocultos o el fin temible de la senda que a ellos
les parece camino de la felicidad. Cediendo a sus apetitos y pasiones,
malgastan sus energías, y millones quedan perdidos para este mundo
y para el venidero. Los padres deberían recordar siempre que sus
hijos tienen que arrostrar estas tentaciones. Deben preparar al niño
desde antes de su nacimiento para predisponerlo a pelear con éxito
las batallas contra el mal
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