Página 260 - El Hogar Cristiano (2007)

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El Hogar Cristiano
los hijos. La pregunta de suma importancia que debe dirigirse es
ésta: ¿Estoy siguiendo el camino del Señor
Si los padres no concuerdan, auséntense de la presencia de sus
hijos hasta que hayan llegado a entenderse
Con demasiada frecuencia, los padres no están unidos en su
gobierno de la familia. El padre, que acompaña muy poco a sus
hijos, e ignora las peculiaridades de su disposición y temperamento,
es duro y severo. No domina su genio, sino que corrige con enojo.
El niño lo sabe, y en vez de subyugarle, el castigo le llena de ira. La
madre pasa por alto en una ocasión faltas que castigará severamente
en otra. Los niños no saben nunca qué esperar, y se sienten tentados a
ver hasta donde pueden transgredir con impunidad. Así se siembran
malas semillas que brotarán y darán fruto
Si los padres están unidos en esta obra de disciplina, el niño
comprenderá lo que se requiere de él. Pero si el padre, por sus pala-
bras o miradas, demuestra que no aprueba la disciplina administrada
por la madre; si le parece que ella es demasiado estricta y considera
que debe expiar la dureza mediante mimos e indulgencias, el niño
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quedará arruinado. Pronto aprenderá que puede hacer lo que quiere.
Los padres que cometan este pecado contra sus hijos tendrán que
dar cuenta de la ruina de sus almas
Los ángeles miran a cada familia con intenso interés, para ver
cómo son tratados los niños por sus padres, guardianes o amigos.
¡Cuánta administración errónea presencian en una familia entre
cuyos padres hay divergencias! El tono de la voz del padre y de
la madre, sus miradas y sus palabras, todo manifiesta que no están
unidos en el gobierno de sus hijos. El padre acusa a la madre e induce
a los hijos a que desprecien la ternura y el afecto que ella siente hacia
los pequeñuelos. La madre se cree obligada a dedicar mucho afecto
a los hijos, a complacerlos y mimarlos, porque considera al padre
duro e impaciente, y que a ella le toca contrarrestar la influencia de
esa severidad
Se necesita mucha oración y serias reflexiones
—El afecto no
puede durar, ni siquiera en el círculo del hogar, a menos que la
voluntad y el temperamento estén en armonía con la voluntad de
Dios. Todas las facultades y pasiones deben ponerse en armonía con
los atributos de Jesucristo. Si, en el amor y temor de Dios, el padre y
la madre unen sus intereses para ejercer autoridad en el hogar, verán