Página 318 - El Hogar Cristiano (2007)

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El Hogar Cristiano
dónde proviene el dinero que gastan, que saben lo que cuestan sus
ropas y sus alimentos, así como lo que se requiere para comprar una
casa!
Hay muchas maneras por las cuales los niños pueden ganar
dinero y desempeñar su parte en cuanto a llevar ofrendas a Jesús,
quien dió su vida por ellos.... Debe enseñárseles que el dinero que
ganan no les pertenece para gastarlo según su criterio inexperto,
sino que han de usarlo juiciosamente y dar con fines misioneros. No
han de contentarse con recibir dinero de su padre o de su madre y
ponerlo en la tesorería como ofrenda, cuando no es suyo. Deben
preguntarse: “¿Daré lo que nada me cuesta?
Es posible ayudar en forma imprudente a nuestros hijos. Los que
trabajan para sostenerse en el colegio aprecian sus ventajas mejor
que quienes las obtienen gracias al esfuerzo de otros, porque saben
lo que cuestan. No debemos sostener a nuestros hijos hasta que
lleguen a ser cargas incapacitadas
Los padres se equivocan acerca de su deber si a un joven dotado
de fuerza física le entregan, antes que haya tenido experiencia en el
trabajo pesado útil, el dinero necesario para ingresar en un curso de
estudios con el fin de llegar a ser pastor o médico
Aliénteseles a ganar dinero
—Más de un niño que vive fuera
de la ciudad puede disponer de un terrenito que le permita aprender
a cultivar una huerta. Se le puede enseñar a hacerlo para conseguir
dinero que dar a la causa de Dios. Tanto las niñas como los niños
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pueden participar en este trabajo, el cual les enseñará el valor del
dinero y a economizarlo, con tal que se los instruya correctamente.
Además de obtener dinero con fines misioneros, los niños pueden
ayudar a comprar la ropa que necesitan, y se les debe alentar a que
lo hagan
Refrénense los gastos imprudentes
—¡Oh, cuánto dinero mal-
gastamos en cosas inútiles para la casa, en vestidos cargados de
adornos, en caramelos y otras cosas que no necesitamos! Padres,
enseñad a vuestros hijos que es malo emplear el dinero de Dios para
la satisfacción propia.... Alentadlos a ahorrar sus centavos siempre
que puedan, para dedicarlos a la obra misionera. Al practicar la ab-
negación adquirirán una rica experiencia y estas lecciones evitarán
muchas veces que contraigan hábitos de intemperancia