Capítulo 73—Nuestras necesidades sociales
Dios proveyó para nuestras necesidades sociales
—En los
arreglos hechos para la educación del pueblo escogido, se pone
de manifiesto que la vida que tiene por centro a Dios, es una vida
completa. El provee el medio de satisfacer toda necesidad que ha
implantado, y trata de desarrollar toda facultad impartida.
Como Autor de toda belleza, y amante de lo hermoso, Dios pro-
veyó el medio de satisfacer en sus hijos el amor a lo bello. También
hizo provisión para sus necesidades sociales, para las relaciones
bondadosas y útiles que tanto hacen para cultivar la simpatía, animar
y endulzar la vida
Influencia de las compañías
—Cada uno hallará compañeros o
los hará. Y la intensidad de la amistad determinará la influencia que
los amigos ejerzan unos sobre otros, para bien o para mal. Todos
tendrán amistades, influirán en ellas y recibirán su influencia
Dios recalca mucho la influencia de las compañías, aun sobre los
hombres y las mujeres. ¡Cuánto mayor es su poder sobre la mente y
el carácter de los niños y los jóvenes que están en pleno desarrollo!
Las compañías que traten, los principios que adopten, los hábitos
que adquieran, decidirán su utilidad aquí y su destino futuro. ...
Es inevitable que los jóvenes tengan compañías, y necesaria-
mente sentirán su influencia. Hay misteriosos vínculos que ligan las
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almas, de manera que el corazón de uno responde al corazón del
otro. El uno adopta inconscientemente las ideas, los sentimientos y
el espíritu del otro. Este trato puede ser una bendición o una mal-
dición. Los jóvenes pueden ayudarse y fortalecerse mutuamente,
mejorando en conducta, disposición y conocimiento; o permitir-
se llegar a ser descuidados e infieles, ejerciendo así una influencia
desmoralizadora
Se ha dicho con verdad: “Dime con quien andas, y te diré quien
eres.” Los jóvenes no comprenden cuán sensiblemente quedan afec-
tados su carácter y su reputación por su elección de compañías.
Uno busca la compañía de aquellos cuyos gustos, hábitos y prác-
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