Página 380 - El Hogar Cristiano (2007)

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El Hogar Cristiano
simpatía en la imbecilidad y esterilidad moral con las cuales están
constantemente relacionados
Un buen nombre es más precioso que el oro. Existe en los jóvenes
la inclinación a asociarse con los que son de mentalidad y moral
inferior. ¿Qué felicidad verdadera puede esperar una persona joven
de una relación voluntaria con personas que tienen una norma baja
de pensamientos, sentimientos y conducta? Hay personas de gustos
envilecidos y costumbres depravadas, y todos los que elijan tales
compañeros seguirán su ejemplo. Vivimos en tiempos peligrosos
que deben infundir temor en todos los corazones
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El temor al ridículo
—Los niños ... deben tener compañeros
que no ridiculizarán lo que es puro y digno, sino que abogarán por
lo que es recto. El temor al ridículo induce a muchos jóvenes a ceder
a la tentación y a andar en el camino de los impíos. Por su ejemplo
y por sus preceptos, las madres pueden hacer mucho para enseñar a
sus hijos a ser íntegros en medio del escarnio y del ridículo
¿Por qué no consideran nuestros jóvenes que quienes están listos
para conducir a otros en sendas prohibidas son fácilmente vencidos
por la tentación y son agentes de Satanás para fomentar hábitos
desordenados, para burlarse de los que son concienzudos y quisieran
conservar la integridad de su carácter
Vivamos como delante de Dios
—Jóvenes amigos, no paséis
una sola hora en compañía de quienes quisieran incapacitaros para
la obra pura y sagrada de Dios. No hagáis delante de extraños cosa
alguna que no haríais delante de vuestros padres, o de la cual os
habríais de avergonzar delante de Cristo y de los santos ángeles.
Es posible que algunos piensen que tales recomendaciones no
son necesarias para quienes observan el sábado. Pero aquellos a
quienes se aplican saben lo que quiero decir. Os recomiendo, jóvenes,
que tengáis cuidado; porque nada podéis hacer que no esté expuesto
a la vista de los ángeles y de Dios mismo. No podéis hacer una mala
obra sin que ella afecte a otros. Mientras que vuestra conducta revela
la clase de material que usáis en la edificación de vuestro carácter,
ejerce también una influencia poderosa sobre otros. Nunca perdáis
de vista el hecho de que pertenecéis a Dios, que él os compró y que
debéis darle cuenta de todos los talentos que os confió
Auxilio especial cuando se lo necesita
—No hemos de colocar
a nuestros hijos donde hayan de tratar con depravados y degradados.