Página 419 - El Hogar Cristiano (2007)

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Recreación satisfactoria
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con Dios y educarse para prestar mayor utilidad en esta vida rea-
lizando trabajo provechoso, lo cual es una actividad esencial en la
educación....
¿No es ésta la obra que cada joven debiera tratar de hacer para
trabajar de acuerdo con los planes de Cristo? Disponéis de su ayuda.
Las ideas de los alumnos se ampliarán. Serán abarcantes y vuestras
posibilidades de ser útiles, aun mientras estudiáis, aumentarán de
continuo. Los brazos y las manos que Dios os dió deben emplearse
para hacer el bien que llevará el sello del cielo, para que podáis oír
al fin el “Bien, buen siervo y fiel.
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Una receta para los inválidos
—Se me ha indicado que cuan-
do se anime a los enfermos a dejar sus habitaciones y pasar cierto
tiempo al aire libre, cuidando flores o haciendo otro trabajo liviano
y placentero, su atención se desviará de sí mismos a algo más sa-
ludable. El ejercicio al aire libre debe prescribirse como necesidad
benéfica y vivificante
No podemos menos que alegrarnos mientras escuchamos la
música de las felices aves y nuestros ojos reposan sobre campos y
jardines florecientes. Debemos invitar nuestra mente a interesarse en
todas las cosas gloriosas que Dios nos proveyó con mano generosa; y
al reflexionar en estas ricas pruebas de su amor y cuidado, podremos
olvidar los achaques, alegrarnos y elevar de todo corazón melodías
al Señor
Durante años se me ha mostrado una y otra vez que se ha de
enseñar a los enfermos que es malo suspender todo trabajo físico
para recobrar la salud. Al obrar así la voluntad se adormece, la
sangre circula perezosamente por el organismo y se vuelve cada
vez más impura. En los casos en que el paciente corre el riesgo de
imaginarse en peor condición que la real, la indolencia producirá
inevitablemente los resultados más desdichados. El trabajo bien
regulado da al inválido la impresión de que no es totalmente inútil
en este mundo, sino que reporta por lo menos cierto beneficio. Esto
le da satisfacción, valor y vigor, cosa que nunca lograrían las vanas
diversiones mentales
Dios provee placeres verdaderos
—Para cada uno Dios ha pro-
visto un placer que puede ser disfrutado por ricos y pobres, a saber
el que se halla al cultivar la pureza del pensamiento y el altruísmo
en las acciones, el placer que dimana de hablar con simpatía y obrar