Cuando se necesitan consejos
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Los hijos que sean cristianos estimarán más que cualquier bendición
terrenal el amor y la aprobación de sus padres temerosos de Dios.
Estos pueden simpatizar con sus hijos, así como orar por ellos y con
ellos para que Dios los proteja y los guíe. Sobre todo, los conducirán
al Amigo y Consejero que nunca les faltará
Deben guiar los afectos juveniles
—Los padres y las madres
deben considerar que les incumbe guiar el afecto de los jóvenes,
para que contraigan amistades con personas que sean compañías
adecuadas. Deberían sentir que, mediante su enseñanza y por su
ejemplo, con la ayuda de la divina gracia, deben formar el carácter
de sus hijos desde la más tierna infancia, de tal manera que sean
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puros y nobles y se sientan atraídos por lo bueno y verdadero. Los
que se asemejan se atraen mutuamente, y los que son semejantes
se aprecian. ¡Plantad el amor a la verdad, a la pureza y a la bondad
temprano en las almas, y la juventud buscará la compañía de los que
poseen estas características
El ejemplo de Isaac
—Nunca deben los padres perder de vista
su propia responsabilidad acerca de la futura felicidad de sus hijos.
El respeto de Isaac por el juicio de su padre era resultado de su
educación, que le había enseñado a amar una vida de obediencia
Isaac fué sumamente honrado por Dios, al ser hecho heredero de
las promesas por las cuales sería bendecida la tierra; sin embargo, a la
edad de cuarenta años, se sometió al juicio de su padre cuando envió
a un servidor experto y piadoso a buscarle esposa. Y el resultado
de este casamiento, que nos es presentado en las Escrituras, es un
tierno y hermoso cuadro de la felicidad doméstica: “E introdújola
Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer; y
amóla: y consolóse Isaac después de la muerte de su madre.
Padres prudentes y considerados
—“¿Deben los padres—
pregunta Vd.—elegirle cónyuge a un hijo o una hija sin considerar
el parecer o los sentimientos de ellos?” Le formulo la pregunta a Vd.
como debe expresarse: ¿Debe un hijo o una hija elegir cónyuge sin
consultar primero a sus padres, cuando un paso tal tiene que afectar
materialmente la felicidad de los padres si tienen algún afecto por
sus hijos? ¿Y debe ese hijo o esa hija insistir en su propia conduc-
ta, a pesar de los consejos y las súplicas de sus padres? Contesto
enérgicamente: No, aun cuando no se haya de casar. El quinto man-
damiento prohibe obrar así. “Honra a tu padre y a tu madre, porque