Capítulo 18—Deberes y privilegios conyugales
Jesús no impuso el celibato
—Los que consideran la relación
matrimonial como uno de los ritos sagrados de Dios, protegidos por
su santo precepto, serán gobernados por los dictados de la razón
Jesús no impuso el celibato a clase alguna de hombres. No vino
para destruir la relación sagrada del matrimonio, sino para exaltarla y
devolverle su santidad original. Mira con agrado la relación familiar
donde predomina el amor sagrado y abnegado
El matrimonio es santo y legítimo
—En sí el comer y beber no
encierra pecado, ni tampoco lo hay en casarse y darse en casamiento.
Era lícito casarse en tiempo de Noé, y lo es también ahora, si lo lícito
se trata debidamente y no se lleva al exceso pecaminoso. Pero en
días de Noé los hombres se casaban sin consultar a Dios ni procurar
su dirección y consejo....
El hecho de que todas las relaciones de la vida son de índole
transitoria debe ejercer una influencia modificadora sobre todo lo que
hacemos y decimos. En tiempos de Noé, lo que hacía pecaminoso
el casamiento delante de Dios era el amor desordenado y excesivo
por lo que en sí era lícito cuando se hacía el debido uso de ello.
Son muchos en esta época del mundo los que pierden su alma al
dejarse absorber por los pensamientos referentes al casamiento y a
la relación matrimonial
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La relación matrimonial es santa, pero en esta época degenerada
cubre toda clase de vileza. Se abusa de ella y esto ha llegado a ser un
crimen que constituye ahora una de las señales de los postreros días,
así como los matrimonios, según se realizaban antes del diluvio,
eran entonces un crimen.... Cuando se comprendan la naturaleza
sagrada y los requisitos del matrimonio, éste resultará aun ahora
aprobado por el Cielo; y acarreará felicidad a ambas partes, y Dios
será glorificado
Privilegios de la relación matrimonial
—Los que profesan ser
cristianos ... deben considerar debidamente el resultado de todo
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