La influencia de la mujer cristiana
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para su existencia? ¿Por qué no habrán de reconocer la potencialidad
de sus propios poderes dados por Dios y esforzarse por desarrollarlos
al máximo para hacer el bien a otros y avanzar la obra de la reforma
y de la verdad en el mundo? Satanás sabe que las mujeres son una
poderosa influencia para el bien o para el mal; por lo tanto intenta
alistarlas para su causa [...].
Hermanas y madres, nosotras tenemos un blanco más alto, una
obra más noble que la de estudiar la última moda y prepararnos
vestidos y adornos innecesarios que solo buscan satisfacer a este
moderno Moloc. Podemos transformarnos en sus esclavas; podemos
sacrificar sobre sus altares nuestra propia felicidad y la felicidad
presente y futura de nuestros hijos. Pero, ¿qué habremos ganado
al final? Hemos sembrado para la carne, y de la carne segaremos
corrupción. Nuestras obras no podrán pasar la inspección de Dios.
Al fin veremos cuántas almas podrían haber sido bendecidas y re-
dimidas del error por nuestra influencia, las que, en cambio, fueron
llevadas al orgullo y la apariencia exterior con descuido del adorno
interior.—
The Health Reformer, 1 de junio de 1880
.
Una parte en la obra final
—Nuestras hermanas, la juventud,
los de edad madura y los avanzados en años, todos pueden tener
una parte en la obra final para este tiempo; y al hacerlo cada vez
que tengan oportunidad, obtendrán una experiencia del más alto
valor para sí mismos. Al olvidarse del yo, crecerán en la gracia. Y al
ejercitar el pensamiento en esa dirección, aprenderán a llevar cargas
por Jesús.—
The Review and Herald, 2 de enero de 1879
.
Una influencia transformadora
—Grande es la misión de las
mujeres, especialmente de las que son esposas y madres. Pueden ser
una bendición para los que las rodean. Pueden ejercer una influencia
poderosa para el bien si hacen brillar su luz de modo que los demás
puedan ser llevados a glorificar a nuestro Padre celestial. Las mujeres
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pueden tener una influencia transformadora si solo están dispuestas
a rendir sus caminos y su voluntad a Dios, y dejar que él controle
sus mentes, afectos y ser. Pueden tener una influencia que tenderá
a refinar y elevar a los que con ellas se relacionen. Pero este tipo
de mujeres generalmente no son conscientes del poder que poseen.
Ejercen una influencia inconsciente que parece emanar naturalmente
de una vida santificada, de un corazón renovado. Es el fruto que
brinda naturalmente el buen árbol plantado por la mano divina. Se