Página 161 - Hijas De Dios (1999)

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Capítulo 15—El equilibrio en la vida
Elena G. de White a menudo usó la palabra “intemperancia”
para referirse al desequilibrio, o la falta de balance en la vida.
Los principios que se encuentran en los siguientes consejos, pue-
den ser aplicados indistintamente a cualquier aspecto de la vida.
La “intemperancia” o desequilibrio puede manifestarse al desco-
nocer nuestras limitaciones y aceptar responsabilidades que nos
superan; al vivir con las tensiones de la vida moderna en lugar de
buscar un estilo de vida más simple, o fallar en dedicar el tiempo
apropiado a las cosas más importantes. La mayor parte de estas
declaraciones fueron dirigidas genéricamente al hombre, pero se
aplican igualmente a la mujer
.
El equilibrio es necesario en cada aspecto de la vida
El equilibrio es un principio de la vida religiosa
—Se debe
enseñar y practicar la temperancia en todas las cosas de la vida. La
temperancia en el comer, en el beber, en el dormir y en el vestirse,
es uno de los grandes principios de la vida religiosa. Cuando la
verdad es recibida en el santuario del alma, también nos dirige en el
tratamiento del cuerpo. Nada que sea importante para la salud del
agente humano, debe ser tratado con indiferencia. Nuestro bienestar
eterno depende del uso que demos en esta vida a nuestro tiempo,
fuerzas e influencia.—
Testimonies for the Church 6:375 (1900)
.
La falta de equilibrio desgasta las fuerzas vitales
—Por todas
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partes se ve la intemperancia en el comer, en el beber, en el trabajo
y en casi cualquier cosa. Las personas que se esfuerzan por realizar
una gran cantidad de trabajo en un tiempo limitado, y continúan
trabajando cuando su mejor criterio les indica que deberían descan-
sar, no son nunca ganadores. Viven con capital prestado, porque
gastan en el presente las fuerzas vitales que necesitarán en el futuro.
Y cuando quieran echar mano de la energía que gastaron tan irres-
ponsablemente, fracasarán en su intento, porque no la hallarán. La
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