Página 187 - Hijas De Dios (1999)

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Matrimonio, hogar y familia
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bienvenida al resplandor de su presencia en vuestro hogar, nunca
más se oirán palabras que causen sentimientos de infelicidad.
¡Oh, Mary! Le ruego que se detenga y considere cómo está
entristeciendo al Espíritu de Dios. Busque al Señor de todo corazón
para que el Sol de justicia pueda brillar en su alma y operar una
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transformación entera; una santificación de cada palabra y cada
acción.
Cómo quisiera clamar en alta voz a cada madre en la tierra:
Santificad vuestro espíritu mediante la gracia que Cristo da gratui-
tamente a aquellos que la piden. Practicad la ternura. Manifestad
un amor santificado por vuestros hijos. Interesáos en su felicidad.
Enseñadles como ejercer sentido común. Conectadlos con Dios para
que sepan el propósito que él tiene para ellos. Haced la religión de
Jesús atractiva. Nunca ofendáis al Señor, nuestro Dios, produciendo
disensiones y diferencias. Buscad ser mansas y humildes de corazón,
y cultivad el afecto.
Mis hermanos Nelson, aunque en el pasado habéis estado en
desacuerdo, tenéis ahora la sagrada obligación ante Dios de desarro-
llar al máximo los poderes y habilidades que el Señor os ha dado.
Deberíais aprovechar cada oportunidad para alcanzar un nivel más
elevado. Es el propósito de Dios, comunicado a ustedes por la Hna.
White, su sierva, que contempléis a Jesús, y al contemplarlo, que
seáis transformados en su semejanza. El Señor desea que ya no
seáis niños en vuestra experiencia cristiana sino que, mediante su
gracia impartida, podáis ser completos en él. Si aprovecháis esta
oportunidad de alcanzar una experiencia más elevada, podéis llegar
a ser fuertes y completos en Cristo Jesús.
Hno. Nelson, ¿suavizará y subyugará su naturaleza? Usted puede
llegar a ser como Jesús y ser su misionero, su mano ayudadora. El
Señor nunca deseó que usted fuera dictatorial y severo con los miem-
bros de su familia, ni con las otras personas con quienes usted se
asocia. Vivirá esta vida una sola vez; ¿no quisiera gozar la felicidad
de tener un carácter perfecto en esta vida? El Señor quiere que sea
bueno y que haga el bien. Cada uno puede hacer de la vida lo que
le place; si así elegimos, podemos honrar a Dios usando en forma
correcta el talento del habla.
Mi hermano, hágase responsable otra vez del cuidado de sus
hijos. No los culpe a ellos por no actuar bien, puesto que han recibido