Mujeres notables del Antiguo Testamento
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Ester era una hermosa joven judía, prima de Mardoqueo, quien
la crió en su hogar después que sus padres murieran, considerándola
y amándola como a su propia hija. Dios usó a Ester para salvar al
pueblo judío en la tierra de los persas.
En tiempos antiguos, el Señor realizó maravillas mediante mu-
jeres consagradas que unieron sus esfuerzos con aquellos hombres
que habían sido llamados a ser los representantes de Dios. Hubo
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mujeres que ganaron grandes y decisivas victorias. Más de una vez
en tiempos de crisis, fueron colocadas en posiciones importantes
que les permitieron salvar muchas vidas. Mediante la reina Ester, el
Señor efectuó una poderosa liberación de su pueblo. Cuando parecía
que no había poder humano que pudiera salvarlos, Ester y las muje-
res asociadas con ella oraron, ayunaron y actuaron prestamente, y
lograron la salvación de su pueblo...
Un estudio de la obra de las mujeres con relación a la causa de
Dios en tiempos del Antiguo Testamento, nos enseñará lecciones
que nos capacitarán para enfrentar las emergencias en nuestros días.
Quizá no confrontemos una situación tan crítica ni seamos colocadas
en un lugar tan prominente como le ocurrió al pueblo de Dios en
los días de Ester. Sin embargo, muchas mujeres convertidas pueden
realizar cosas importantes desde posiciones más humildes. Muchas
lo han hecho y aún están listas para hacerlo.—
Special Testimonies,
Series B 15:1-2 (1911)
.
La gran mayoría de los israelitas había preferido quedar en la
tierra de su destierro, antes que arrostrar las penurias del regreso y
del restablecimiento de sus ciudades y casas desoladas...
Mediante el agagueo Amán, hombre sin escrúpulos que ejercía
mucha autoridad en Medo-Persia, Satanás obró en ese tiempo para
contrarrestar los propósitos de Dios. Amán albergaba acerba malicia
contra Mardoqueo, judío que no le había hecho ningún daño, sino
que se había negado simplemente a manifestarle reverencia al punto
de adorarle...
Engañado por las falsas declaraciones de Amán, Jerjes fue indu-
cido a promulgar un decreto que ordenaba la matanza de todos los
judíos, “pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas
las provincias” del Imperio Medo-Persa...
Pero las maquinaciones del enemigo fueron derrotadas por un
Poder que reina sobre los hijos de los hombres. En la providencia de