Página 85 - Hijas De Dios (1999)

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Capítulo 5—La mujer en la enseñanza
Mucho del consejo dado por Elena G. de White a los maestros
está escrito en términos generales. Ella habla tanto de hombres
como de mujeres que deben estar bien calificados para enseñar a
la juventud. Las declaraciones que siguen se aplican igualmente a
ambos sexos
.
Se necesitan maestros capaces
—He hablado mucho acerca de
esto, porque se necesitan maestros capaces; y hombres y mujeres
deben ser equipados en el hogar y en la escuela para ejercer un
ministerio del cual no sean avergonzados. En muchas familias de
hoy, se deja sin corregir la desobediencia y la indulgencia propia
o, en cambio, se manifiesta un espíritu abrumador y dominante que
crea los peores males en la disposición de los niños. Los padres
los corrigen de una manera tan desconsiderada, que sus vidas se
tornan miserables y pierden todo respeto por el padre, la madre, o
los hermanos. Cuando esto ocurre, las almas de los niños, que son
los corderos del rebaño y la propiedad de Dios, están preparadas
para el trabajo de Satanás sobre ellos.—
Manuscript Releases 13:95
(1898)
.
Maestros que estudien la Palabra de Dios
—Preparar a los
jóvenes para que lleguen a ser fieles soldados del Señor Jesucristo
es la obra más noble que haya sido confiada alguna vez al hombre.
Únicamente deben ser escogidos como maestros de las escuelas
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de iglesia hombres y mujeres devotos y consagrados, que amen a
los niños y puedan ver en ellos almas que tienen que salvarse para
el Maestro. Los maestros que estudian la Palabra de Dios como
se debe sabrán algo del valor que tienen las almas confiadas a su
cuidado, y de ellos recibirán los niños una verdadera educación
cristiana.—
CPM, 158 (1913)
.
Maestros que obedezcan la Palabra de Dios
—Todos los que
enseñan en nuestras escuelas deben tener una unión íntima con
Dios y una perfecta comprensión de su Palabra, a fin de que puedan
volcar la sabiduría y el conocimiento divinos en la obra de educar
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