Página 126 - La Historia de la Redenci

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La Historia de la Redención
una pequeña ofensa los inducía a castigarla con el más cruel de los
castigos.
Moisés tenía presente esto cuando dijo a Israel: “Mirad, yo os
he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó,
para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar
posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque
esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los
pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos y dirán: Ciertamente
pueblo sabio y entendido, nación grande es ésta. Porque ¿qué nación
grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová
nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay
que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo
pongo hoy delante de vosotros?”
Deuteronomio 4:5-8
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