Página 172 - La Historia de la Redenci

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Capítulo 27—Cristo traicionado
Se me llevó al momento cuando Jesús comió la Pascua con sus
discípulos. Satanás había engañado a Judas y lo había inducido a
creer que era uno de los verdaderos discípulos de Cristo, pero su
corazón siempre fue carnal. Había visto las poderosas obras del
Señor, había estado con él durante su ministerio, y se había sometido
a la abrumadora evidencia de que era el Mesías; pero Judas era
calculador y codicioso; amaba el dinero. Se quejó airado por el
costoso perfume derramado sobre Jesús.
María amaba a su Señor. El había perdonado sus pecados, que
eran muchos. Había levantado de entre los muertos a su muy amado
hermano, y creía que nada era demasiado costoso para ofrendárselo.
Mientras más caro fuera el perfume, de mejor manera podía ella
expresar su gratitud al Salvador dedicándoselo.
Judas, como excusa por su codicia, sugirió que el perfume podría
haberse vendido para dar el dinero a los pobres. Pero no se trataba
de que se preocupara por ellos, porque era egoísta, y a menudo se
apropiaba, para su propio uso, de lo que se le había confiado con el
fin de que fuera dado a los pobres. Judas no se había preocupado de
la comodidad y ni siquiera de las necesidades de Jesús, pero para
excusar su codicia a menudo se refería a los pobres. Este acto de
generosidad de parte de María constituyó una tajante reprensión
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de su carácter codicioso. Ya estaba preparado el camino para que
la tentación de Satanás encontrara franca acogida en el corazón de
Judas.
Los sacerdotes y dirigentes de los judíos aborrecían a Jesús,
pero las multitudes se apiñaban para escuchar sus palabras llenas de
sabiduría y para presenciar sus poderosas obras. La gente se sentía
impulsada por el más profundo interés y seguía ansiosamente al
Señor para escuchar las instrucciones de este maravilloso Maestro.
Muchos de los dirigentes creían en él, pero no se atrevían a confe-
sar su fe para no ser despedidos de la sinagoga. Los sacerdotes y
ancianos decidieron que algo había que hacer para apartar de Jesús
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