Página 208 - La Historia de la Redenci

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La Historia de la Redención
A pesar de su disposición a destruir a los discípulos, no se atrevie-
ron a hacer nada más grave que amenazarlos con los más tremendos
castigos si seguían enseñando o haciendo obras en el nombre de
Jesús. A lo que Pedro y Juan declararon osadamente que su obra les
había sido confiada por Dios, y que no podían hacer otra cosa que
hablar de lo que habían visto y oído. De buena gana los sacerdotes
hubieran castigado a estos nobles hombres por su inquebrantable
fidelidad a su sagrada vocación, pero temían al pueblo, “porque
todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho”. De modo
que después de repetir sus amenazas y prohibiciones, dejaron a los
apóstoles en libertad.
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