Página 255 - La Historia de la Redenci

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Los años de ministerio de Pablo
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de la salvación y se unió con toda su familia al grupo de perseguidos
discípulos de Cristo.
Veamos a Pablo en Atenas frente al concilio del Areópago cuan-
do enfrentó la ciencia con la ciencia, la lógica con la lógica y la
filosofía con la filosofía. Notemos como con tacto nacido del amor
divino señaló a Jehová como el “Dios desconocido” que sus oyentes
estaban adorando sin saberlo; y con palabras escritas por uno de
sus poetas les presentó al Padre, de quien ellos eran hijos. En una
época cuando se daba tanto valor a las castas, cuando los derechos
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del hombre como tal eran totalmente desconocidos, escuchémoslo
presentar la gran verdad de la fraternidad humana, cuando declaró
que Dios “de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para
que habiten sobre toda la faz de la tierra”. Y a continuación mostró
cómo en todo el trato de Dios con los hombres corre como un hilo
de oro su propósito de gracia y misericordia. “Y les ha prefijado
el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que
busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle,
aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros”.
Hechos
17:26, 27
.
Escuchémoslo en la corte de Festo, cuando el rey Agripa, conven-
cido de la verdad del Evangelio, exclamó: “Por poco me persuades
a ser cristiano”. Con qué gentil cortesía respondió Pablo señalando
sus propias cadenas: “¡Quisiera Dios que por poco o por mucho,
no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis
hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!”
Hechos 26:28, 29
.
Y así pasó su vida, según su propia descripción: “En caminos
muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros
de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad,
peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos
hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed,
en muchos ayunos, en frío y en desnudez”.
2 Corintios 11:26, 27
.
“Nos maldicen -dijo-, y bendecimos; padecemos persecución, y
la soportamos. Nos difaman, y rogamos”. “Como entristecidos, mas
siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como
no teniendo nada, mas poseyéndolo todo”.
1 Corintios 4:12, 13
;
2
Corintios 6:10
.
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