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La Historia de la Redención
verdad. Satanás gozaba al ver que había tenido éxito en engañar a
un tan gran número de seguidores de Cristo. Entonces logró que su
poder se manifestara más plenamente sobre ellos, y los inspiró a per-
seguir a los que permanecían fieles a Dios. Nadie podía saber mejor
cómo oponerse a la verdadera fe cristiana que los que habían sido
sus defensores; y esos cristianos apóstatas, unidos con compañeros
semipaganos, se dedicaron a atacar los aspectos más esenciales de
la doctrina de Cristo.
Se necesitaba una lucha desesperada por parte de los que querían
ser fieles para mantenerse firmes contra los engaños y abominaciones
cubiertos de ropaje sacerdotal que se introdujeron en la iglesia. No
se aceptó la Biblia como norma de fe. La doctrina de la libertad
religiosa fue calificada de herejía, y sus sostenedores aborrecidos y
proscriptos.
Retirada de los fieles
Después de un largo y severo conflicto los pocos fieles decidieron
separarse completamente de la iglesia apóstata si ésta continuaba
rehusando apartarse de la falsedad y la idolatría. Se dieron cuenta
de que la separación era una necesidad imprescindible si querían
obedecer la Palabra de Dios. No se atrevieron a tolerar errores fatales
para sus propias almas y dar un ejemplo que podría poner en peligro
la fe de sus hijos y la de los hijos de ellos. Para asegurar la paz y la
unidad estaban dispuestos a hacer cualquier concesión que estuviera
de acuerdo con la fidelidad a Dios; pero creían que ni siquiera la
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paz debiera ser conseguida al precio tan exorbitante del sacrificio
de los principios. Si la unidad sólo se podía obtener mediante el
abandono de la verdad y la justicia, entonces decidieron que hubiera
diferencia, e incluso guerra. ¡Cuán bueno sería para la iglesia y el
mundo si los principios que inspiraron a estas almas fieles revivieran
en los corazones de los profesos hijos de Dios!
El apóstol Pablo declara que “todos los que quieren vivir pía-
mente en Cristo Jesús, sufrirán persecución”.
2 Timoteo 3:12
. ¿Por
qué, entonces, parece que la persecución estuviera sumida en una
somnolencia tan grande? La única razón de ello es que la iglesia se
ha conformado a las normas del mundo, y por lo tanto no suscita
oposición. La religión corriente en nuestros días no participa de la