Página 88 - La Historia de la Redenci

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Capítulo 14—Los hijos de Israel
Este capítulo está basado en Génesis 37; 39; 41-48; Éxodo 11:1-4.
Jóse escuchaba las instrucciones de su padre y temía al Señor.
Era más obediente a sus justas enseñanzas que cualquiera de sus her-
manos. Atesoraba sus instrucciones y amaba y obedecía a Dios con
integridad de corazón. Se sentía apenado por la conducta errónea de
alguno de ellos, y con mansedumbre les aconsejaba que se portaran
bien y abandonaran sus malas acciones. Esto sólo los exasperaba.
José aborrecía el pecado de tal manera que no podía soportar que
sus hermanos pecaran contra Dios. Informó del asunto a su padre
con la esperanza de que su autoridad contribuyera a reformarlos.
Esta presentación de sus errores enfureció a sus hermanos. Se daban
cuenta de que su padre amaba mucho a José y le tenían envidia. Esta
se convirtió en odio y finalmente en crimen.
El ángel de Dios se comunicó con José mientras dormía, y él con
toda inocencia transmitió el mensaje a sus hermanos: “He aquí que
atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se
levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrede-
dor y se inclinaban al mío. Respondieron sus hermanos: ¿Reinarás
tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron
aún más a causa de sus sueños y sus palabras.
“Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos diciendo: He
aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y
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once estrellas se inclinaban a mí. Y lo contó a su padre y a sus
hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es éste
que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a
postrarnos en tierra ante ti? Y sus hermanos le tenían envidia, mas
su padre meditaba en esto”.
José en Egipto
Los hermanos de José se propusieron matarlo primero, pero
finalmente se conformaron con venderlo como esclavo para impedir
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