Página 22 - Liderazgo Cristiano (2003)

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Liderazgo Cristiano
bondad, santidad, amor y compasión por las personas tentadas. Cristo
se entregó a sí mismo por el mundo, para así poder salvar a los que
creyeran en él. ¡Cómo nosotros, los participantes de tan grande
salvación, no valoraremos a las personas por quienes él dio su vida!
Obremos con perseverancia y energía proporcional al valor que
Cristo colocó sobre la herencia comprada con su sangre. Mucho
han costado las vidas de los hombres para ser consideradas como
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bagatelas, o tratadas con crueldad o indiferencia.
“La vida defectuosa es una deshonra para Dios. Los colaborado-
res con Cristo no manifestarán crueldad ni suficiencia propia. El ser
debe ser purificado de estos elementos y la gentileza de Cristo debe
ocupar su lugar. Nunca sean faltos de bondad hacia nadie, porque
por la gracia de Dios esa persona puede llegar a ser heredera de
Dios y coheredera con Cristo. Nunca agravien los corazones de los
comprados por Cristo, porque al hacerlo ofenden al mismo cora-
zón de Cristo. Siempre recuerden que todos no reuniremos otra vez
alrededor del gran trono blanco, para recibir la aprobación o la des-
aprobación de Dios. Una persona herida es a menudo una persona
destruida. Que quienes tienen luz y privilegios recuerden que su
misma posición de confianza los hace responsables por los seres
humanos. Ellos tendrán que encontrarse nuevamente con quienes
han apartado de Cristo magullados y heridos hasta la muerte.
“El agente humano es sabor de vida para vida, o de muerte para
muerte. O atrae hacia Cristo o aleja de Cristo”.
Manuscrito 143,
1899
, (4 de octubre de 1899, “Colaboradores con Cristo”).
Bondad con los que yerran
—“Para el avance de su causa en
la tierra, [el Señor] nombraría a hombres que traten con los que
yerran, sean bondadosos y considerados, y cuyos caracteres revelen
la similitud de lo divino; hombres que muestren la sabiduría de
Cristo al tratar asuntos que se deben mantener en privadc, y quienes,
cuando tengan que hacer alguna obra de corrección y reprensión,
sepan cómo guardar silencio delante de quienes no les concierne.
No debemos dar oportunidad a los incrédulos de hacer del pueblo
de Dios, ya sean obreros o laicos, el objeto de sus sospechas y juicio
injusto”.—
Advent Review and Sabbath Herald, 14 de noviembre de
1907
.
Disciplina pervertida
—“Al tratar con los errantes, no se deben
emplear medidas drásticas; las medidas blandas lograrán mejores