Página 36 - Liderazgo Cristiano (2003)

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Liderazgo Cristiano
recibir consejos que los ayuden en las pruebas y dificultades, porque
no entenderían ni se apropiarían correctamente del rico tesoro de los
cielos. Ellos se glorificarían a sí mismos y pensarían que su propio
mérito es perfecto, y se afirmarían en su propia justicia”.
Carta 4,
[30]
1890
, (9 de marzo de 1890, a “Los hermanos en el África”).
Sabiduría de lo alto
—“Se necesita hombres que sientan nece-
sidad de la sabiduría de lo alto, hombres que estén convertidos de
corazón, que entiendan que no son sino simples mortales pecadores
que deben aprender sus lecciones en la escuela de Cristo antes de
estar preparados para moldear otras mentes. Cuando los hombres
han aprendido a depender de Dios, cuando tienen la fe que obra
por el amor y purifica sus propias vidas, entonces no dejarán so-
bre los hombros de otros hombres las cargas que son penosas de
sobrellevar”.
Carta 83, 1896
, (22 de mayo de 1896, a O. A. Olsen).
Liderazgo azaroso
—“A usted le gusta la alabanza y la excita-
ción, y ubicarse en primer plano. Se preocupa más por la aprobación
y la alabanza de los hombres que por la aprobación de Dios. Usted
dirige a otros. Ellos no saben hacia dónde usted los está dirigiendo y
ni usted lo sabe, porque usted va hacia adelante de manera arriesga-
da, descuidada, impulsiva, sin un criterio sano ni sabiduría celestial.
Dios le ha advertido. Dios le ha aconsejado. ¿Ha temblado usted
como consecuencia de sus palabras? ¿Ha resistido las tentaciones?
¿Se ha separado cada vez más de las influencias mundanas?”
Carta
3, 1882, p. 3
, (1 de abril de 1882).
Dios exalta al humilde
—“Quien represente a Dios en carácter,
bondad, misericordia y lealtad incondicional a la causa y obra de
Dios, es el más preparado para llevar responsabilidades y estar al
mando. Cada uno necesita trabajar ahora por el hermano, amigo,
vecino y extraño, liberando la mente de los desalientos que los aco-
san. La verdad debe ser magnificada. No debemos ser sorprendidos
realizando movimientos extraños. Nadie debe procurar la exaltación.
Mientras más humildemente nos movamos y trabajemos, más sere-
mos exaltados con Dios. El regreso de Jesucristo a nuestro mundo
no debería ser demorado más tiempo. Esta debe ser la nota tónica
de cada mensaje”.
Carta 39, 1898, p. 13
, (27 de marzo de 1898, a
los Hnos. Woods y Miller).
Tiempo para un cambio
—“Los que ocupan posiciones de res-
ponsabilidad tienen mucho que aprender. Cuando los hombres sien-