Página 68 - Liderazgo Cristiano (2003)

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Liderazgo Cristiano
“Pero me ha sido revelado un peligro mayor que éste, y es el
sentir que ha ido creciendo entre nuestros obreros de que los pastores
y otros obreros en la causa deben depender de la mente de ciertos
dirigentes para que definan sus obligaciones. La mente y el juicio
de un solo hombre no debe ser considerado capaz de controlar y
amoldar una Asociación.
“El individuo y la iglesia tienen sus propias responsabilidades.
Dios ha dado a cada hombre algún talento o talentos para usarlos
y mejorarlos. Usando esos talentos aumentará su capacidad para
servir”.
Carta 340, 1907, p. 1, 2
, (3 de octubre de 1907, “Los obreros
en el sur de California”).
Evitar el deseo de ser un gran dirigente
—“Los que aceptan
las amonestaciones y advertencias que se les dan, andarán por cami-
nos seguros. No cedan los hombres al anhelo de llegar a ser grandes
dirigentes, o al deseo de trazar planes independientes para sí mismos
y para la obra de Dios. Es fácil para el enemigo actuar por medio de
algunos que, a pesar de que ellos mismos necesitan consejo a cada
paso, asumen la tarea de custodiar a las personas sin haber adquirido
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la humildad de Cristo. Necesitan consejo del que dice: ‘Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados’.
Mateo 11:28
.
“Nuestros pastores y dirigentes deben comprender la necesidad
de consultar a sus hermanos que han estado mucho tiempo en la
obra y que han logrado una profunda experiencia en los caminos
del Señor. La tendencia de algunos a ensimismarse, y a creerse
competentes para planear y ejecutar de acuerdo con su propio juicio
y sus preferencias, los pone en dificultades. Esa forma independiente
de actuar no es correcta, y no se debe seguir. Los pastores y docentes
de nuestras asociaciones deben trabajar unidos con sus hermanos de
experiencia, pidiéndoles consejo y acatándolo”.—
Testimonios para
los Ministros, 501, 502
.
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