Página 79 - Liderazgo Cristiano (2003)

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Autoridad
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“Aférrese estrechamente a su Biblia, porque sus verdades sa-
gradas pueden purificar, ennoblecer y santificar el ser. Usted debe
sostener la verdad y enseñarla tal cual es en Jesús, de lo contrario no
tendrá valor para usted. Ante la luz de la verdad de Dios, deje que
las opiniones, las ideas y la sabiduría humana aparezcan como son
a los ojos de Dios: como necedad. Que ningún hombre sienta que
su posición, ya sea como presidente de la Asociación General o de
una Asociación local, lo reviste con un poder sobre las conciencias
de otros y que sea opresiva en el menor grado, porque Dios no san-
cionará nada de eso. Él debe respetar los derechos de todos, y tanto
más porque está en una posición que otros imitarán una vez que él
se vaya.
“Su posición lo pone bajo las más sagradas obligaciones de ser
muy cuidadoso en cuanto a la clase de espíritu que usted abriga
hacia sus hermanos. Ello están realizando una parte en la causa de
Dios lo mismo que usted. ¿No les enseñará y guiará Dios lo mismo
que a usted? Usted no debe permitirse ni siquiera pensar de ellos sin
bondad, y mucho menos erigirse como juez para censurar y condenar
a sus hermanos, cuando quizá usted mismo, en muchos aspectos,
puede ser más merecedor de censura que ellos. Su obra está bajo la
inspección de Dios”.
Carta 21, 1888, p. 10, 11
, (14 de octubre de
1888, al Hno. Butler).
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