Página 85 - Liderazgo Cristiano (2003)

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Dictadura
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mienza a enjaezar y a guiar a los hombres según su propia mente,
deshonra a Dios y pone en peligro su propia vida y las vidas de sus
semejantes. El hombre pecaminoso puede hallar esperanza y justicia
solamente en Dios; ningún ser humano sigue siendo justo cuando
deja de tener fe en Dios y no mantiene una conexión vital con él. La
flor del campo debe estar arraigada en el suelo; debe tener el aire, el
rocío, la lluvia y el sol. Florecerá solamente al recibir estos benefi-
cios, y todos son de Dios. Así también los hombres. Recibimos de
Dios lo que sostiene la vida del ser. Se nos amonesta a no confiar
en el hombre, ni hacer de la carne nuestro brazo. Se pronuncia una
maldición sobre todos los que lo hacen”.—
Testimonios para los
Ministros, 367
.
Cambiar al dictador
—“El espíritu de dominio se extiende a
los presidentes de nuestras asociaciones. Si un hombre confía en sus
propias facultades y trata de ejercer dominio sobre sus hermanos,
creyendo que está investido de autoridad para hacer de su voluntad el
poder dominante, el procedimiento mejor y el único seguro consiste
en quitarle el puesto, para que no se haga un gran daño y él mismo
pierda su propia vida y ponga en peligro la vida de otros. ‘Todos
vosotros sois hermanos’.
Mateo 23:8
. Esta disposición a dominar
sobre la herencia de Dios causará una reacción a menos que estos
hombres cambien su conducta. Los que ocupan puestos de autoridad
deben manifestar el espíritu de Cristo. Deben tratar como él lo
haría con cada caso que requiera atención”.—
Testimonios para los
Ministros, 362
.
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