Página 131 - El Ministerio de la Bondad (1977)

Basic HTML Version

La influencia de las mujeres cristianas
127
de confinar nuestros afectos y simpatías dentro de cuatro paredes y
encerrar las bendiciones que Dios nos ha dado, para que otros no se
beneficien junto con nosotros en su goce.—
The Review and Herald,
15 de octubre de 1895
.
Incremento del círculo de acción de la utilidad
—Todos no
tienen el mismo trabajo. Hay deberes distintos e individuales para
que realice cada uno; sin embargo, entre esa variedad de deberes
debe haber una hermosa armonía, uniéndose esta obra de todos
juntos en perfecta proporción. Nuestro Padre celestial no requiere de
nadie a quien él ha dado sólo un talento la utilidad de cinco. Pero si
el uno es sabiamente usado, el poseedor pronto habrá ganado más y
[167]
puede incrementar continuamente su poder de influencia y esfera de
utilidad, haciendo el mejor uso de los talentos que Dios le ha dado a
la mujer. Su individualidad puede ser claramente conservada y aún
ella es parte del gran todo en el avance de la obra de reforma tan
grandemente requerida.
La mujer, si prudentemente aprovecha su tiempo y sus facul-
tades, confiando en Dios para obtener sabiduría y fortaleza, puede
permanecer en pie de igualdad con su esposo, como consejera, con-
soladora, compañera y colaboradora, y sin embargo no perder nada
de su gracia o modestia femeninas. Ella puede elevar su propio ca-
rácter, y justamente cuando lo hace está elevando y ennobleciendo
los caracteres de su familia y ejerciendo una poderosa, aunque in-
consciente influencia sobre los que la rodean.—
Good Health, junio
de 1880
.
Aprendiendo a llegar hasta otras mujeres con la verdad
Las mujeres pueden aprender qué necesitan hacer para alcanzar a
otras mujeres. Hay mujeres que están especialmente adaptadas para
el trabajo de dar estudios bíblicos y tienen mucho éxito al presentar
la Palabra de Dios en su sencillez a otros. Se convierten en una gran
bendición al alcanzar a madres y sus hijas. Es una sagrada tarea,
y las que se empeñen en ella deben recibir estímulo.—
Carta 108,
1910
.
Responsabilidad de recoger las gavillas
—Cada hermana que
pretende ser una hija de Dios llene una responsabilidad para ayudar
a todos los que están a su alcance. El más noble de todos los logros
puede ser conseguido por medio de la abnegación y caridad prácticas
del bien hacia otros. Hermanas, Dios os llama para trabajar en el