Página 229 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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La riqueza de los inconversos
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causa de Dios es nuestra principal consideración, Dios nos bendecirá.
El obra a través de los no creyentes y llega un inesperado socorro.
El Señor coloca en el corazón de los hombres el deseo de ayudar.
Los recursos que llegan por este medio no deben ser rechazados.
Cuando nos llegan recursos de los no creyentes, deben ser usados
por los agentes humanos para la gloria de Dios. Cada dador con
inclinación espiritual e integridad de corazón, aplicará correctamente
cada talento que Dios le ha confiado.
El Señor no tiene que depender de nuestros recursos. El no será
restringido por los agentes humanos. Su camino es siempre el mejor,
y cualquier ayuda que pueda llegar para el adelanto de su causa y la
obra en cualquiera de nuestras instituciones, debe ser usada como
proveniente de él. No se han de rehusar las dádivas de los incrédulos.
El dinero es del Señor y se ha de recibir con gratitud. Permitid
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que trabaje el Señor y que envíe mediante quien él lo disponga. ...
Creemos que el tiempo se está terminando. La eternidad está cerca.
Nuestros medios son limitados y es grande la obra que se ha de
hacer. Ahora es cuando se debe ejercitar la fe. Nuestra suficiencia
está en Dios.—
Manuscrito 47, 1899
.
Los ricos proporcionarán medios
—Los que trabajan para la
causa de Dios en ----- presenten las necesidades de la obra delante
de los hombres ricos del mundo. Haced esto juiciosamente. Decidles
lo que estáis tratando de hacer. Solicitad donaciones de ellos. Tie-
nen medios que son de Dios, medios que debieran ser usados para
iluminar al mundo.
En el cielo están almacenados grandes tesoros de oro y plata.
Las riquezas de los hombres se han acumulado. Id a éstos, con un
corazón lleno de amor por Cristo y la humanidad doliente, y pedidles
que ayuden en el trabajo que estáis tratando de realizar para el Maes-
tro. Cuando estos hombres noten vuestros sentimientos, los cuales
expresan la benevolencia de Dios, una fibra vibrará en sus corazones.
Verán que pueden ser la mano ayudadora de Cristo, auxiliando en el
trabajo médico-misionero. Serán llevados a cooperar con el Señor,
proveyendo los medios necesarios para poner en marcha el trabajo
que está para ser hecho.—
Manuscrito 40, 1901
.
Impresionados por el espíritu de liberalidad
—Las clases más
encumbradas han sido extrañamente descuidadas. En las más eleva-
das capas sociales se encuentran muchos que responderán al llamado