Página 228 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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El Ministerio de la Bondad
Dios insta a los no creyentes para que ayuden
—Preguntáis
acerca de si es correcto recibir dádivas de los gentiles o de los
paganos. Esta pregunta no es extraña, pero yo os preguntaría, ¿quién
es el propietario de nuestro mundo? ¿Quiénes son los verdaderos
propietarios de las casas y las tierras? ¿No es acaso Dios? Tiene
abundantes [recursos] en nuestro mundo que ha colocado en las
manos de los hombres, con los cuales los hambrientos podrían ser
provistos de alimento, los desnudos con vestidos, los sin hogar de
hogares. El Señor desea conmover a los hombres del mundo, aún a
los idólatras, a fin de que nos den de su abundancia para el sostén
de la obra si llegáramos hasta ellos sabiamente y les diéramos una
oportunidad de hacer aquellas cosas que es un privilegio hacer. Lo
que ellos dieran, debiéramos tener el privilegio de recibir.
Debiéramos relacionarnos con hombres encumbrados, y ejer-
ciendo la sabiduría de la serpiente y la prudencia de la paloma,
podríamos obtener ventajas de ellos, pues Dios conmovería su men-
te para hacer muchas cosas en beneficio de su pueblo. Si las personas
debidas presentaran delante de los que tienen medios e influencia,
las necesidades de la obra de Dios en una forma adecuada, esos
hombres harían mucho para hacer progresar la causa de Dios en
nuestro mundo. Hemos desdeñado privilegios y ventajas de cuyo
beneficio podríamos disfrutar, porque elegimos mantenernos apar-
tados del mundo. Pero no necesitamos sacrificar ningún principio
de la verdad mientras procuramos aprovechar de cada oportunidad
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para hacer avanzar la causa de Dios.—
Ibid. 29, 30
.
Visitad a hombres prominentes y buenos, para que nos ayu-
den
—Hay un mundo que ha de ser amonestado, y hemos sido muy
escrupulosos en visitar a los ricos, dentro y fuera de la iglesia, para
que nos ayuden en la obra. Nos agradaría que todos los profesos
cristianos estuvieran con nosotros. Nos agradaría que sus almas
se conmovieran liberalmente para ayudarnos en el fortalecimiento
del reino de Dios en nuestro mundo. Debiéramos visitar a hombres
prominentes y buenos para que nos ayuden en nuestro esfuerzo
cristiano. Se los debiera invitar para que secunden nuestros esfuer-
zos al procurar salvar a los que están perdidos.—
The Origin and
Development of the Thanksgiving Plan, 5
.
Tales dádivas no deben ser rechazadas
—Cuando mostremos
al mundo, a los ángeles y a los hombres que la prosperidad de la