Bendiciones que retornan
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mismo, el cual fulgura por los nervios, aviva la circulación de la
sangre y promueve la salud mental y física.—
Testimonies for the
Church 4:56
.
La afinidad que existe entre la mente y el cuerpo es muy grande.
Cuando uno de ellos es afectado, el otro responde. La condición
mental tiene mucho que ver con la salud física. Si la mente está libre
y contenta por la seguridad de hacer el bien y por una sensación de
satisfacción por procurar dicha a otros, ello creará una alegría tal que
redundará sobre todo nuestro sistema dando como resultado una más
libre circulación de la sangre y robustecimiento de todo el cuerpo
La bendición de Dios es sanadora y aquellos que son generosos en
ayudar a otros comprobarán estas maravillosas bendiciones en sus
corazones y vidas.—
Ibid. 60
.
Un remedio para la enfermedad
—Algunos se escudan en su
mala salud, diciendo que querrían obrar si tuvieran fuerza. Los
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tales se encierran en sí mismos y piensan demasiado en sus malas
condiciones y hablan demasiado de sus sufrimientos, pruebas y
aflicciones, de manera que eso llega a ser su verdad presente. Ellos
no pueden pensar en otra cosa fuera de sí mismos, sin embargo
muchos otros puede ser que estén necesitados de compasión y ayuda.
Los que sufrís de mala salud, aquí está el remedio para vosotros. Si
vistes al desnudo y al pobre que está fuera lo traes a tu casa y partes
tu pan con el hambriento, “entonces nacerá tu luz como el alba, y tu
salud se dejará ver presto”. El hacer el bien es un excelente remedio
para la enfermedad. Los que se ocupan de la obra están invitados
a clamar a Dios y él se ha comprometido a contestarles. Sus almas
quedarán satisfechas en la sequía y serán como huerta de riego y
como manaderos cuyas aguas no faltan.—
Ibid. 2:29
.
Tal es la receta que Cristo prescribió para el alma que desmaya,
duda y tiembla. Levántense los pesarosos, los que andan tristes
delante del Señor, y socorran a alguien que necesite auxilio.—
Joyas
de los Testimonios 2:504
.
La compasión produce mucho bien
—Cuando la compasión
humana está combinada con el amor y la benevolencia y santificada
por el Espíritu de Jesús, es un elemento que puede producir un gran
beneficio. Los que cultivan la benevolencia no sólo están haciendo
un buen trabajo para otros y bendiciendo a aquellos que reciben la
buena acción, sino que ellos están beneficiándose a sí mismos al abrir