Página 269 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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Apéndice incidentes personales de Elena G. de White...
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Hermano C. H. Jones,
Sírvase pagar a la orden de ----- -----$ 100.00 (cien dólares)
como una donación del Señor que me ha hecho mayordoma de sus
bienes.
“Elena G. de White”.—
Carta 28, 1889
.
Comenzando la obra en Australia
El prejuicio eliminado por la obra de asistencia social
Pasamos por muchos incidentes interesantes, mientras estuvimos en
Australia. Ayudamos a establecer un colegio empezando desde los
fundamentos, yendo a los bosques de eucaliptos y acampando allí,
mientras se tumbaban los árboles, se limpiaba el terreno y se erigían
los edificios escolares.
Fué derribado el prejuicio en la comunidad en la cual se estable-
ció el colegio, por la obra médico-misionera que hicimos. El médico
más cercano vivía a más de treinta kilómetros de distancia. Dije a los
hermanos que permitiría que mi secretaria, enfermera graduada, que
ha estado conmigo durante veinte años, fuera a visitar a los enfermos
en cualquier parte que la llamaran. Hicimos un hospital de nuestra
casa. Mi enfermera trató con éxito algunos casos difíciles que los
médicos habían declarado incurables. Este trabajo no quedó sin
recompensa. Se eliminaron las sospechas y el prejuicio. Se ganaron
los corazones de las gentes y muchos aceptaron la verdad. Cuando
nosotros fuimos allí, se consideraba necesario mantener todo bajo
llave o con candado, por temor a los ladrones. Sólo una vez algo nos
fué robado y eso fué poco después de nuestra llegada. Ahora esta
comunidad es respetuosa de la ley y nadie piensa en la posibilidad
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de que le roben.—
Manuscrito 126, 1902
.
Interés personal en la gente
—Tratamos de tener un interés per-
sonal en la gente. Si encontrábamos a alguien que iba caminando,
mientras nosotros íbamos en vehículo a la estación, a más de siete
kilómetros de distancia, estábamos contentos de llevarlo con no-
sotros en nuestro vehículo. Hacíamos todo lo posible para cultivar
bien nuestra tierra y animábamos a nuestros vecinos a cultivar el
terreno, para que pudieran disponer de frutas y verduras propias.
Y les enseñábamos cómo preparar el terreno, qué plantar y cómo