Página 48 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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Capítulo 6—Nuestro ejemplo en la obra de
asistencia social
[57]
“Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas
para servir”.
Marcos 10:45
.
Cristo está delante de nosotros como el gran Modelo
—Haced
de la obra de Cristo vuestro ejemplo. Constantemente él iba haciendo
el bien: alimentando al hambriento y curando al enfermo. Ninguno
que se allegó a él en busca de simpatía se sintió chasqueado. El Prín-
cipe de las cortes celestiales, se hizo carne y habitó entre nosotros, y
su vida de trabajo es un ejemplo de la obra que nosotros debemos
realizar. Su tierno, misericordioso amor censura nuestro egoísmo e
indiferencia.—
Manuscrito 55, 1901
.
Cristo se colocó a la cabeza de la humanidad con el ropaje de
la humanidad. Su actitud era tan llena de simpatía y amor, que
hasta el más pobre no temía aproximársele. Era bondadoso para con
todos y fácilmente accesible para los más humildes. Iba de casa
en casa, sanando a los enfermos, alimentando a los hambrientos,
consolando a los dolientes, aliviando a los afligidos, hablando paz a
los acongojados. Estaba dispuesto a humillarse a sí mismo, negarse
a sí mismo. No procuraba destacar su persona. Era el siervo de
todos. Su comida y su bebida eran el ser un alivio y un consuelo
para otros, alegrar a los tristes y cargados con quienes diariamente
se relacionaba.
Cristo está delante de nosotros como un Hombre modelo, el gran
Médico Misionero: un ejemplo para todos los que vendrían des-
pués. Su amor, puro y santo, bendecía a todos aquellos que llegaban
dentro de la esfera de su influencia. Su carácter fué absolutamente
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perfecto, libre de la más leve mancha de pecado. El vino como una
expresión del perfecto amor de Dios, no para aplastar, no para juzgar
y condenar, sino para sanar todo débil, defectuoso carácter, para
salvar hombres y mujeres del poder de Satanás. El es el Creador,
Redentor y Sustentador de la raza humana. Da a todos la invitación:
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